El periodista fue secuestrado por un comando armado y localizado en Magdalena, Jalisco. Foto: Especial

Redes de Poder GDL: Caso Barrera

La privación ilegal de la libertad de Barrera, un periodista agudo pero más bien prudente en sus publicaciones, sucedió justo en esta fase de campañas políticas

La liberación del periodista Jaime Barrera, que se concretó ayer miércoles, tras estar desaparecido desde el 11 de marzo, acabó con el impasse en que habían caído las campañas políticas en el estado, ante toda la conmoción que había generado su privación ilegal de la libertad por parte de un grupo de sujetos armados, de acuerdo con lo difundió la Fiscalía local.

Barrera bien podría ser el periodista con la mayor exposición mediática de Jalisco, así que su desaparición y el alto impacto que esta había suscitado tanto en la sociedad como en la clase política local, habían obligado a las y los contendientes por la gubernatura a cancelar eventos que tenían programados, al igual que lo haría también el gobernador, Enrique Alfaro Ramírez.

El mandatario aseguró que el operativo de búsqueda que se implementó para dar con el paradero del periodista estuvo integrado por más de 300 elementos de distintas corporaciones, y dijo: “Se hizo un trabajo muy, muy serio, se mantuvo información permanente y lo que hemos venido insistiendo, mientras había quienes apostaban que esto se convirtiera en otra cosa, aquí estuvimos concentrados y trabajando con seriedad, que para nosotros es lo más importante, que se pueda hacer un trabajo organizado, clarificado y a partir de información que pueda ser respaldada con hechos”.

Se politiza

Ahora Barrera está de regreso con su familia y eso es lo más importante. Dicho lo cual, hay al menos dos elementos en el caso que, de forma casi ineludible, causaron que la desaparición se politizara: primero, que la hija del periodista es Itzul Barrera, consejera nacional de Morena, y candidata por ese partido por la diputación local del Distrito 9 de Guadalajara.

Itzul es también una de las morenistas de Jalisco mejor plantadas entre los pesos pesados del partido en la Ciudad de México, así que la gran proyección mediática que le dio la preocupante desaparición de su padre suscitó una gran cantidad de críticas hacia la candidata, particularmente en las redes sociales.

El segundo elemento es que la privación ilegal de la libertad de Barrera, un periodista agudo pero más bien prudente en sus publicaciones, sucedió justo en esta fase de campañas políticas en las que hasta el vuelo de un pájaro despierta sospechas de ocultar alguna maniobra partidista.

La disputa política por Jalisco entre el partido gobernante, Movimiento Ciudadano, y Morena, se está dando sin cuartel, así que un hecho como este, del que no existen antecedentes en el estado –no al menos con un periodista de tal relevancia mediática-, en medio de las campañas por la gubernatura, y con una consejera nacional morenista en la palestra, ha dado pie a teorías y conclusiones de toda índole.

Por eso pesa esta declaración del gobernador: “entender que la investigación está abierta e igual de importante es esclarecer los hechos, no solamente dar con los responsables sino entender qué fue lo que pasó, porque evidentemente no fue un secuestro, no hubo petición de rescate, ni fue un robo -no se robaron nada-, no fue un intento de homicidio; fue otra cosa y tenemos que entender qué fue”.

Te puede interesar