El rompimiento que se ha suscitado entre el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, y el dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, ha reposicionado al primero como un actor relevante del tablero político nacional, y que podría desempeñar un papel clave en el realineamiento de los bloques políticos que estarán contendiendo por la Presidencia de México.
Sin embargo, hay un elemento de riesgo que, con toda probabilidad, ya debe estar siendo analizado por el alfarismo, y ese es que Alfaro Ramírez ha resurgido en los últimos días como una figura que podría volverse fundamental para el futuro del Frente Amplio por México, es decir, para la coalición que está buscando ponerle un alto al proyecto político del presidente López Obrador y eso, por supuesto, no debe estarle agradando en absoluto al mandatario
La prensa nacional ha estado destacando que buena parte de lo que hoy llamamos Movimiento Ciudadano, en realidad, está bajo la conducción directa de Alfaro Ramírez, y no de Delgado Rannauro, y que el jalisciense ha enviado señales claras de que podría apoyar una candidatura encabezada por la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz, con quien recientemente se reunió.
Así que, en palabrasllanas, mientras el aislacionismo que sostiene Delgado Rannauro está siendo incluso defendido por el presidente desde sus mañaneras, puesto que le resulta favorable para facilitar el éxito de sus “corcholatas”, la ruta autónoma que ha emprendido Alfaro Ramírez sin duda que lo está develando como un adversario con capacidades suficientes para, al menos, volver más competitivo al bloque opositor de la llamada Cuarta Transformación.
Tejiendo fino con AMLO
No por nada, este 25 de agosto, cuando el presidente expresó su opinión sobre el rompimiento en MC, dijo: “Entonces, ¿qué quieren?, que todos se unan en contra de nosotros. Entonces, como hay algunas resistencias, como esta del Movimiento Ciudadano, que ellos dicen: ‘No, vamos solos’, dicen: ‘¡No, traidores, no se alinean!’. O sea, es muy intolerante. O sea, todos tienen que entrarle al aro, todos tienen que estar con la mafia del poder; todos tienen que ser aplaudidores, alcahuetes de los potentados. (…) Entonces se enojan, porque un partido dice: ‘Lo vamos a analizar’ y entonces: ¡Eres un traidor!’”.
Alfaro Ramírez aún tiene en marcha proyectos centrales que requieren del apoyo federal, como la Línea 4 del Tren hacia Tlajomulco, y el sistema hídrico que tiene como su principal eslabón a la presa el Zapotillo, así que todo indica que tendrá que tejer fino para que su proyecto político no termine por romper alguna hebra sensible en su relación con la administración de López Obrador.
Quizá justo por eso este lunes se anunció lo que podría ser una flexibilización de la postura inicial del Gobierno de Jalisco sobre los libros de texto gratuitos, para que, pese a los amparos, se inicie ya finalmente con su distribución.
