Interesantes las declaraciones que emitió el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, sobre la reforma electoral que promueve el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pues no solo la desahució terminantemente sino que también la calificó, sin ambages, como un intento por “secuestrar” las instituciones electorales del país por parte del partido Morena.
Cuestionado sobre las impresiones que le generó la manifestación ciudadana del pasado domingo en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE), el mandatario de Jalisco, y uno de los principales jefes políticos del partido Movimiento Ciudadano, respondió:
“Yo creo que lo que debería de haber es una oportunidad y un alto en el camino para abrir un espacio de diálogo, para replantear las cosas y para cesar en este intento de secuestrar las instituciones electorales que tiene Morena”.
Alfaro Ramírez también compartió algunos de los aspectos de la reforma que impulsa el presidente de México, con los que no está de acuerdo, y adelantó que no ve posibilidades de que pueda ser aprobada en el corto plazo:
“Hay despropósitos que no pueden ni siquiera estarse discutiendo a estas alturas; creo que es una iniciativa muy desafortunada; por ejemplo: la de volver a centralizar todo el modelo electoral, desaparecer los institutos locales, eso me parece un despropósito; borrar de golpe y de plumazo los distritos electorales y decidir que ahora todos los diputados van a ser plurinominales (…) Yo sí creo que ya no hay condiciones para sacar una reforma electoral antes del 2024”.
No hay que menospreciar la movilización
A diferencia de la postura que asumió López Obrador, Alfaro Ramírez señaló que una movilización como la que se presentó en múltiples ciudades del país no debería de ser “menospreciada”, e incluso señaló que coincide con las premisas del movimiento:
“Yo creo que es una expresión ciudadana legítima, contundente, diría, con muchas mujeres y hombres que han levantado la voz para expresar una preocupación que compartimos, que es la del riesgo que corren nuestras instituciones democráticas y la democracia en general en este país; creo que menospreciar lo que ayer vimos es un error”.
Se ha hecho notar que, en el caso de Guadalajara, la marcha no tuvo una presencia destacable de integrantes del partido Movimiento Ciudadano, lo cual, según lo expuso Alfaro Ramírez, fue deliberado para que persistiera como una expresión predominantemente neutral en términos de partidos políticos:
“Aunque, por lo que a nosotros (respecta), por mi responsabilidad al frente del Gobierno de Jalisco, mantuvimos la distancia y dejamos que este fuera un espacio de expresión ciudadana; por supuesto que coincidimos con el fondo del planteamiento, y estoy seguro que el proyecto del cual yo soy parte hará lo que esté a nuestro alcance para que esta iniciativa no prospere. Yo esperaría que el presidente de México pudiera entender que lo que se está planteando no es lo correcto, y que no se minimice un movimiento como el que se ha formado, insisto, desde la sociedad civil organizada