Redes de Poder GDL: Alfaro, Dante y el hubiera
Las críticas hechas por Alfaro Ramírez, conducen a pensar que ese autodestape de Delgado Rannauro no tendrá un buen recibimiento en Jalisco
Sergio Iván GonzálezHabrá que ver cómo cae entre los jaliscienses que militan en Movimiento Ciudadano, prácticamente todos partidarios del gobernador, Enrique Alfaro Ramírez, el reciente auto-destape de Dante Delgado Rannauro como un posible candidato presidencial por esa fuerza política, particularmente después de las críticas que el mandatario estatal ha lanzado contra el dirigente nacional.
Una de estas críticas hechas por Alfaro Ramírez, sin embargo, conduce a pensar que ese autodestape de Delgado Rannauro no tendrá un buen recibimiento en Jalisco, pues recientemente el gobernador reveló que uno de los factores que influyó en su decisión por hacerse a un lado de la carrera presidencial, fueron las malas decisiones que, desde su perspectiva, ha estado tomando unilateralmente el máximo dirigente del partido.
Este 10 de julio, cuando se le cuestionó al gobernador si existía algún escenario en el que podría reconsiderar su negativa a competir por la candidatura presidencial de MC, expuso lo siguiente:
“Yo no, o sea, ser candidato yo no. Yo planteé alguna vez, solamente como un poco recordatorio, que si hace dos años, en lugar de estar postergando decisiones (o un año y medio), se hubiera tomado una ruta clara teniendo dentro de los partidos de oposición los perfiles más sólidos, lo digo a lo mejor pecando de soberbia pero lo digo de convicción; teniendo los perfiles más sólidos de los que había en ese momento en las fuerzas de oposición, porque Samuel García y un servidor gobernábamos estados muy importantes del país”.
La intención de Delgado
Así pues, bajo un escenario en el que, en efecto, Delgado Rannauro quedara como el candidato presidencial del partido MC, seguramente habrá más de algún emecista jalisciense que se preguntará si esa indefinición que mostró su dirigente nacional para impulsar las aspiraciones de sus cartas más fuertes, entre estas, Alfaro Ramírez, no se trató desde un inicio de una estrategia para desalentarlas de obtener la postulación naranja.
Aquel día, el gobernador dijo: “me quedo aquí para cerrar a todo vapor y terminar bien mi gobierno y que después de eso me retiro de la política. (…) Yo hice esto por una decisión personal después de haber alcanzado mi objetivo profesional como gobernador (…) así es que estoy muy, muy tranquilo”. Le creemos, pero ¿qué habría pasado con su carrera política si Delgado Rannauro hubiera asumido una postura favorable para sus aspiraciones presidenciales?