El hecho de que Dante Delgado, mandamás de Movimiento Ciudadano, haya establecido como “estrategia” política utilizar al partido para hacerle el juego sucio a Morena es una cosa, pero otra muy distinta es que personajes que mantenían cierta credibilidad y que cuentan con su propia trayectoria hayan permitido que estos oscuros designios los arrastren y que con ello pierdan su propio prestigio.
Vaya que es lamentable el que algunos personajes como Salomón Chertorivski, quienes se habían presentado como una opción fresca en política, se presten a estas maniobras, que más que generarles algún adepto de cara a 2024 están propiciando más bien lo contrario, en lo que ya parece estar acercando al partido naranja, que quería presentarse como una opción seria rumbo a 2024, a su epílogo. Porque en este momento se ve más cercano que tiren la toalla, como en este 2023, a que sean tomados en serio por el electorado.
Panistas elevan el tono
Parece que la interna panista por la candidatura presidencial ya está empezando a ponerse interesante y al menos ya está ocasionando que las miradas se vayan también hacia los aspirantes azules, después de que durante meses, las corcholatas de Morena, acapararan la atención. Ha sido la senadora Lilly Téllez quien está queriendo sacudir la contienda después de que se lanzara contra el diputado Santiago Creel, otro de los aspirantes azules, todo con el trasfondo del piso de un millón de firmas que podría pedir el CEN del PAN a quienes aspiren a ser considerados como aspirantes a la candidatura, lo que muchos, no solo Téllez, han calificado como un exceso e incluso al interior del partido ya se cuestiona si este y otros requisitos no están dirigidos para favorecer a Creel. El jaloneo parece que apenas va empezando, nos dicen, y mientras más se prolongue, puede jugarle en contra a Acción Nacional, pues al menos se percibe que sus aliados tienen mayor claridad.
