El senador Ricardo Monreal organizó un desayuno con los reporteros de la fuente del Senado, en donde ofreció una disculpa porque no se les permitió el paso a la sesión del 28 de abril, cuando se aprobaron, ese día y la madrugada del siguiente, 20 dictámenes. En una plática informal, el zacatecano “respondió” a los señalamientos por parte de la oposición, quienes dicen que ya “ni el Santo Niño de Atocha” (el santo de su devoción) le cree, por no haber cumplido su palabra para que Morena y sus aliados nombraran a un comisionado del INAI. Monreal dijo que siempre lo han atacado: cuando no es la oposición, hasta los de “casa”, pero aclaró fervientemente que todo lo acepta, menos que se metan con el Santo Niño de Atocha. “Eso sí no, eso sí lo repruebo. Allí es intocable”.
La indiferencia de Nava
Dicen que el alcalde de Querétaro, Luis Bernardo Nava, anda muy preocupado últimamente, pero no crea que para atender las problemáticas de su municipio, sino para proyectar su imagen pública; por ello parece estar seleccionando eventos y actos públicos que, a juicio de sus colaboradores, le ayudan a mejorar su percepción, mientras que los verdaderos problemas los deja en un segundo plano.
Esto, nos dicen, resulta evidente ante la amenaza en materia de seguridad que se le ha advertido podría tocar a la capital queretana, y es que, tras los recientes hechos violentos, presuntamente relacionados con el crimen organizado, que se han registrado en el municipio cercano de San Juan del Río, y a los reportes de algunos hechos en Querétaro capital, Nava ha mostrado indiferencia, nos comentan. Ya hubo un repunte importante en la percepción de inseguridad al inicio de este año, lo cual tampoco se debería desestimar.
Mientras Nava se toma fotos con trabajadores de la construcción, lo demás puede esperar.