La inconformidad de Marcelo Ebrard con el proceso interno por el que Morena designó a Claudia Sheinbaum como su virtual candidata presidencial, amenaza con convertirse en ruptura. Y es que, las denuncias presentadas por el excanciller y su equipo, sumado a la ausencia de este último en el anuncio de los resultados evidencian que no se trata de una molestia pasajera.
Lo que defina en adelante Ebrard va a ser un muy importante factor a considerar para el proceso electoral que culmina con los comicios en 2024, pues si termina saliendo de Morena se convierte automáticamente en un muy atractivo potencial candidato para un partido como Movimiento Ciudadano que no ha definido su papel para las elecciones presidenciales.
A pesar de que su dirigente nacional, Dante Delgado, lo haya descartado y a que muy probablemente generaría rechazo por parte de muchos militantes naranjas, la posibilidad está latente. No hay que perder de vista lo que decida Marcelo en su futuro político, porque va a tener muchas implicaciones.
Contratos sospechosos en Chiapas
Coyatoc Construcciones, de Óscar Reyes, y un grupo de empresas satélite, se han beneficiado de su cercanía con Rutilo Escandón, gobernador de Chiapas, pues durante su mandato, y con la ayuda del secretario de Obras Públicas, Ángel Torres, les habrían entregado jugosos contratos; tan solo uno de ellos rebasa los 565 millones de pesos.
En la polémica asignación, Coyatoc participa de manera conjunta con Soctón Construcciones, sociedad a la que el gobierno del estado le entregó un contrato en junio de 2022 para elaborar el estudio y proyecto ejecutivo del Circuito Interior Chiapas de Corazón por más de 28 millones de pesos. Llama la atención que fueran precisamente estas dos empresas las que competían para construir la obra.
Pese al rechazo social que recibió, Rutilio se alistaba para adjudicar con total opacidad 2 mil 300 millones de pesos a Coyatoc, tras la descalificación de Soctón en el avanzado proceso de licitación del Circuito, mismo que finalmente se declaró desierto, los recursos, nos dicen, iban para la campaña del secretario de Obras, quien tiene aspiraciones políticas.