No es por ser malpensados, pero si hasta pareciera que muchos priistas a lo largo del país nomás no quieren “contaminarse” y que los relacionen con su partido, o con sus colores, pues bajo excusa de formar parte de una coalición, se olvidaron del característico rojo que podía ser fácilmente distinguible en el priismo en cada pendón, lona, tríptico o espectacular. Sí, quizá tenga mucho que ver con que el tricolor, en muchos estados, sea el partido que más negativos cosecha, y quien sabe si sea estrategia partidista o decisión personal, pero no deja de ser muy sintomático de lo que vive actualmente el tricolor bajo la presidencia de Alejandro Moreno, pues en voz baja, muchos militantes afirman que nunca antes como en el periodo de “Alito”, había estado tan alicaído el partido. ¿Alicaído o entregado por el dirigente?
Les dejan más tarea
Quien andará muy ocupado en las próximas semanas es el senador Israel Zamora. Primero, nos comentan, derivado de los avances en el acompañamiento de las campañas de los candidatos en Jalisco y Veracruz, ahora, la Dra. Claudia Sheinbaum le amplió el reto al legislador para que vaya a municipios de Guanajuato y fortalezca el trabajo territorial. Asimismo, le asignó apuntalar la presencia del movimiento y de las candidatas por las alcaldías de Tlalpan y Cuauhtémoc en la Ciudad de México: Gaby Osorio y Caty Monreal -hija del senador Ricardo Monreal-. Además, Zamora recientemente fue nombrado vicepresidente de la Comisión Permanente en el Senado. Desde esta posición, dijo que continuará legislando con entrega y pendiente del desarrollo de las sesiones que se llevarán a cabo durante el receso.
La ventaja de Renán
Durante el debate de los candidatos a la gubernatura de Yucatán, celebrado el día de ayer, se pudo percibir un marcado contraste de propuestas entre Joaquín Díaz, de Morena; y Renán Barrera, de Fuerza y Corazón por México, en el que quedó de manifiesto que el segundo tuvo la capacidad de exponer las ventajas de su administración en la alcaldía de Mérida, hoy por hoy, la ciudad más segura y con mejores índices de bienestar del país. Esas habilidades quedaron al servicio de toda la entidad. Mientras que al candidato de la 4T, le hizo falta presentar propuestas y conectar con los ciudadanos para explicarles por qué sería un buen administrador de la entidad.