La posposición del resultado de las encuestas internas de Morena para definir sus candidaturas a las nueve gubernaturas en juego para 2024, que fue postergado, al menos en su versión oficial, debido a la emergencia en el estado de Guerrero, sigue siendo un asunto que no termina de cuadrar, nos dicen, no tanto para la dirigencia que encabeza Mario Delgado, sino para los aspirantes y sus equipos. Y es que con este nuevo margen, nos dicen, se espera que pueda haber más claridad respecto a cómo se calificarán las encuestas y se dará prioridad a los criterios para cumplir con la paridad de género, pues se da por hecho que no en todas las entidades será electo o electa quien salga mejor posicionado en los sondeos, lo que sin duda, y por más fino que se quiera negociar, va a generar fricciones. Y como si no fuera ya suficiente la tensión que se llega a percibir, nos dicen que desde las filas del partido naranja ya han comenzado con algunos acercamientos a algunos aspirantes que podrían no salir favorecidos, aunque el tiempo ya también es un factor, porque el arranque de las precampañas está a la vuelta de la esquina. Atentos.
Lo mejor y lo peor
Llama la atención el contraste de la respuesta que la sociedad civil para, como siempre, solidarizarse con la tragedia y hacer todo lo posible y más para apoyar a las víctimas y damnificados en Guerrero; mientras que, por el otro lado, las imágenes de los saqueos y los robos a propiedad privada en medio de toda la confusión que impera. Pero, quizá la peor imagen la estamos viendo entre la clase política, casi generalizando, pues ni ante una de las mayores emergencias de los últimos años pueden dejar de lado el encono, y muchos, más que aportar, se han valido de esta situación para atacar al contrincante, para intentar sacar rédito político y para difundir noticias falsas. Pero seguro, en esta época en la que todo aflora, serán castigados en las urnas. Veremos.
