El abucheo y los gritos dirigidos al gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, durante la gira del presidente López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum, fueron una escena vergonzosa que puso en evidencia no solo la falta de decoro, sino también la incapacidad de algunos políticos para comportarse dignamente, como fue el caso de Santiago Nieto, quien además ya cuenta con algunos otros antecedentes de actuaciones cuestionables, y ahora demostró ser un pésimo ejemplo de lo que debe ser un funcionario público.
En lugar de promover un ambiente de diálogo y respeto, Nieto, al contrario, se sumó al coro de voces que atacaban al gobernador Kuri, exacerbando las tensiones y desviando la atención de los verdaderos temas que importan a la ciudadanía. Este tipo de comportamientos no solo son contraproducentes, sino que también socavan la credibilidad y la integridad de nuestras instituciones.
Relevo sin sobresaltos
Además de los buenos resultados electorales cosechados, parece que la dirigencia nacional de Morena, encabezada por Mario Delgado, podría dejar también estabilidad en el relevo del partido, después de que se confirmara que la renovación de los puestos de dirección se llevará a cabo en un Congreso Nacional, ya no a través de encuestas, debido a que solo hay una aspirante interesada: Luisa María Alcalde.
Es decir, la elección para quien encabece al partido a nivel nacional será por consenso, lo que sin duda ayuda a disminuir el desgaste y reduce las posibilidades de confrontación interna.
Quedan, eso sí, algunos temas aún por resolver, como quién acompañará a Alcalde en la Secretaría General, hoy en manos de Citlalli Hernández, quien desistió de su intención de presidir al partido guinda, y que al parecer tendría posibilidades de integrarse al gabinete de Clara Brugada en la Ciudad de México. Tan pronto como el mes de septiembre, ya tendría que desahogarse todo el proceso.