Rector pide más presupuesto
El mensaje emitido por el nuevo rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) fue de continuidad, pero sobre todo fue insistente en la exigencia de más recursos provenientes del gobierno federal.
Y de la cultura, el gran negocio de la Universidad, sólo dos solitarios párrafos de las 28 páginas de discurso.
Un pacto por los jóvenes pidió el rector Tonatiuh Bravo Padilla con la copla de siempre; “no hay recurso suficiente”, “no debe regatearse en educación pública”.
Pero en el fondo, la educación, desde mediados de los 90 no ha sido un área prioritaria.
Redes GuadalajaraEl mensaje emitido por el nuevo rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG) fue de continuidad, pero sobre todo fue insistente en la exigencia de más recursos provenientes del gobierno federal.
Y de la cultura, el gran negocio de la Universidad, sólo dos solitarios párrafos de las 28 páginas de discurso.
Un pacto por los jóvenes pidió el rector Tonatiuh Bravo Padilla con la copla de siempre; “no hay recurso suficiente”, “no debe regatearse en educación pública”.
Pero en el fondo, la educación, desde mediados de los 90 no ha sido un área prioritaria.
No así su Feria Internacional del Libro (FIL) o su Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG).
Por eso se ha cuestionado en la última década sobre el capital que invierte la UdeG en sus negocios para-universitarios.
El nuevo rector no mencionó que en 2013 son ya 19 las empresas para-universitarias como FIL, el FICG o el Centro Cultural Universitario, los cuales generan recursos millonarios que podrían reinvertirse en lo académico.
Un claro ejemplo es el Auditorio Telmex que desde su inauguración hasta marzo de 2012 recaudó 2 mil 700 millones de pesos, una cantidad con la que los 15 centros universitarios actuales podrían sostenerse durante un año.
El déficit presupuestal que dijo Bravo Padilla aqueja a la Universidad desde hace cuatro años, debe cuestionarse, pues la inversión final en el Centro Cultural Universitario costará cerca de 10 mil millones de pesos.
Fuego amigo
Cada vez es más evidente que al interior del equipo del gobernador de Jalisco, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz las divisiones son más marcadas.
Las críticas al desempeño entre los propios compañeros de equipo han minado el primer mes de trabajo del gobernador del estado.
La división más evidente es entre el círculo cercano al gobernador y el secretario General de Gobierno Arturo Zamora quien ha sacado provecho de la aparente poca pericia política de los jóvenes aristotélicos para exhibirlos y hasta promoverse como el único capaz de resolver los grandes problemas del Estado.
Sin embargo todo parece indicar que ni con la presencia del ex senador, el gobierno empieza a tomar forma.
Los problemas de inseguridad se agudizan, la gran mayoría de las áreas continúan en el limbo de la transacción, mientras que las negociaciones con la oposición penden de una liga tensa.
El gran asunto es que entre divisiones el único perjudicado es el propio mandatario. Ya hay quien dice que, sus cercanos prefieren no meter las manos y lo han dejado solo, con el pretexto de que ahora tienen nuevas obligaciones.
El sube y baja de la tarifa
Una de las grandes pifias que cometió el equipo de transición del gobernador, fue asumir el costo político del aumento a la tarifa del transporte.
Hasta antes de la salida de Emilio González Márquez el aumento estaba pactado y los transportistas recibían -sin mejorar su servicio-, un peso más.
Pero el equipo de transición echó mano de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) de la UdeG para iniciar una estrategia legal y con ello frenar el aumento.
Pues ahora se sabe que desde hace 15 días la autoridad judicial permitió el aumento y desde el gobierno del estado parece que nadie quiere asumir el costo político.
Hasta el propio secretario de Movilidad Mauricio Gudiño, se lavó las manos en las últimas semanas y ha postergado la notificación a los transportistas y a la ciudadanía.
El funcionario -cercano a Sandoval Díaz- podría sorprendernos hoy o hasta el próximo lunes volviendo de vacaciones de pascua con alguna declaración de que siempre sí se hace el aumento.