Randy o Henry: El valor es el mensaje

Héctor Quispe Héctor Quispe Publicado el
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Randy Arozarena y Henry Martín invadieron con sus nombres y acciones las redes sociales de la tercera semana de marzo de 2023. Ambos empaparon el trending topic con asuntos diferentes, pero paralelos por tratarse de atletas referentes de sus respectivos deportes y por lo opuesto de sus mensajes. Ni hubo aún ganador ni vencido en este debate inesperado. Es importante saber, sin embargo, quién tiene la razón.

Esta columna se cierra la noche del miércoles 22 de marzo del año en curso que inició para el deporte con emociones a racimos y temas para la reflexión que es importante distinguir para entender los tiempos que hoy se viven, llenos de violencia, desesperanza y desazón.

Aunque pacífica, la resignación sería una respuesta inútil. La duda es la mejor consejera para sumar un aprendizaje necesario. Una discusión bizantina vuelve a aparecer en la era de los drones, el vuelo de la tecnología inalámbrica y de los mensajes transmitidos en tiempo real. La falta de certeza debe empujar a la curiosidad y ejercitar este músculo como parte de la supervivencia en tiempos en los que abunda tanta información que diluye la confianza: Nadie sabe a quién creerle.

El Hashtag hermanado

‘El Clásico de México’, así fue promovido el partido con mayor rivalidad en el futbol mexicano. Chivas recibió a las Águilas y el evento tuvo la que quizá resultó la mejor campaña de expectativa para este espectáculo futbolístico calendarizado para realizarse dentro e la Jornada 12 del Clausura 2023 de la Liga BBVA MX.

Siempre los días previos a un Clásico capturaron la atención de los fans con notas alusivas, fuera de antecedentes históricos, de estadísticas coyunturales o la simple información de actualidad que pudiera ubicar a los seguidores en el camino de la fe o la desesperanza.

Que el club de Coapa visitara la Perla Tapatía desde dos días antes era parte de los protocolos que incluirían toda una semana previa de contenidos de calentamiento de la televisora que hospeda los derechos de transmisión y propietaria del club capitalino, TUDN, y también del adversario tradicional en esta cancha, TV Azteca, así como sus ecos en plataformas digitales.

Es la primera vez que equipos, socios y aliados estratégicos se unieron bajo la causa del hashtag #ClásicoDeMéxico días completos de contenidos alusivos, la mayoría de ellos compartidos a través de la plataforma Chivas TV, esfuerzo reducido de su primera intención de transmitir todo lo concerniente al Rebaño las 24 horas del día, incluidos los partidos en exclusiva.

De eso ya llovió. No solo porque su creador intelectual José Luis Higuera se marchó de la entidad rojiblanca para comandar al Atlético Morelia en la Liga de Expansión, como se le conoce eufemísticamente a la Segunda División.

Ahora se trata de un canal de contenidos digitales al que hay que inscribirse, pero que llega ‘gratis’ para el cazador que sabe localizar links en Internet. Además, TUDN y Azteca compartieron la señal de transmisión, aunque con sus propios elencos de narradores y comentaristas.

De esta manera, el único Clásico nacional no solo opacó sino que arrolló la parafernalia en torno al denominado clásico regio entre Tigres y Monterrey, que sin estrategia previa organizó el evento concurrido solo por la fanaticada regional.

Después de este repaso, habrá que comprender por qué no se le debe llamar a todo duelo entre antagonistas de una región. En Europa, que es donde se gesta el futbol como el deporte moderno que se conoce en la actualidad, se realiza la distinción entre un derbi y un clásico.

El derbi, término que se usa en Inglaterra y España, se usa para definir la confrontación entre bandos locales. Se trata, como en las versiones primarias en el sector aficionado, de demostrar quién es el más fiero del estado, de la colonia, del barrio, de la cuadra o del vecindario.

En un Clásico, en cambio, la enemistad trasciende fronteras, aunque las latitudes se compartan. Se juega no solo el orgullo, sino también la tradición, la historia y la reputación. Es una contienda de identidades, no de simples egos o jurisdicciones.

Resulta simpático que a una rivalidad añeja la llamen clásico por el simple hecho de dos equipos que comparten el mismo terreno geográfico. Hay quien dice que el Chivas-Pumas o Pumas-Cruz Azul o Chivas –Cruz Azul juegan clásicos entre sí, solo por el hecho de presumir equivalentes prosapias. Nada más equivocado.

Primero que nada, cada uno de los oponentes debe tener una trascendencia regional. Chivas y América son adversarios que contienden en popularidad, historia, palmarés y antecedentes, con un origen ‘telenovelesco’.

Por eso es que en cuanto a reflectores, alcance y penetración en un país futbolero, el Clásico de México superó al Clásico Mundial de Beisbol, pero avasalló al regio.

Puritanos vs. América

El equipo azulcrema atropelló a los anfitriones del Estadio Akron. En futbol, actitud y espectáculo, los capitalinos se impusieron de una manera clara y contundente. El primer tiempo ya estaba con un 0-3 que impactaba en la tercera pantalla, la de las redes sociales.

El América, con más nombres y futbol que el conjunto tapatío, todavía se puso 0-4 en los primeros minutos del lapso complementario y cuando parecía que se avecinaba un marcador de antología llegó el autogol de Emilio Lara y el acercamiento en el 2-4 final.

Mas no se recordará por el marcador este Clásico sino por el extrafutbol ocurrido en la misma cancha. En su festejo del cuarto gol, el yucateco Henry Martín tuvo la ocurrencia de emular uno de los festejos de su ídolo Cuauhtémoc Blanco, figura del América entre los 90 y los primeros cinco lustros del nuevo siglo. Simuló orinar sobre la línea de meta bajo la portería local.

Nada más bajo y ofensivo que un rival llegue a campo ajeno a orinar la meta de casa. Un hecho antideportivo que por sí mismo es violento, porque no solos se trata de una burla sino también de un insulto, pudo desencadenar una trifulca de consecuencias, de no ser porque quizá la tarjeta de amonestación pudo apaciguar los ánimos de los inminentes derrotados que trataban de pensar en cómo  contrarrestar un marcador humillante.

Sin embargo, el asunto no se acaba con una tarjeta amarilla. No es suficiente para sancionar a un empleado que recibe salario de una entidad, Club América, agremiada a una organización con carácter institucional, es decir, la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Y algo muy importante, Henry no es Cuauhtémoc.

Las horas posteriores, en la ‘cruda’ del Clásico de México, se derramó un debate en las redes sobre quienes censuraron la actitud inconsciente de Henry más el castigo mínimo de una advertencia, como fue la postura de quien esto escribe. ¿Y qué pasa con la ofensa al rival? ¿No es una actitud antideportiva? ¿Se trata de un deporte o no? ¿Y qué pasa con las familias que acuden a ver un espectáculo? ¿Y qué pasa con el mensaje para los niños? ¿No se trata de un deporte familiar? ¿No es acaso un deportista profesional una marca personal que representa a otras marcas comerciales? ¿No se trata de predicar con el ejemplo? ¿No se trata de sentir tu Liga?

“Puritanos”, fue la palabra más suave para quien pidió algo más, para responder de esta manera a las interrogantes mencionadas. Entre insultos, lo que quizá resta aclarar es que el deporte profesional pertenece a la industria del espectáculo y todas las marcas involucradas deben defender la calidad del producto.

“¡El futbol no es para educar, para eso está la familia wey”, fue la lindeza de un fan distorsionado. La respuesta es sí, aunque la educación se mama desde la casa, el deporte profesional o cualquier espectáculo público debe poseer el compromiso de ser educado y, de algún modo, contribuir a la educación.

¿Por qué algunos deportistas ‘profesionales’  pierden contratos jugosos con marcas comerciales? Faltaron a ese compromiso, de defender los valores de la marca. De ellos proviene su salario. Un deportista asalariado no es una persona común. Aunque no lo desee, carga con una responsabilidad pública.

Al final, la FMF notificó que le aplicó al americanista una multa. Actuó correcto, porque sus esfuerzos van encaminados a eliminar un cáncer. La violencia salta desde la cancha. Por cierto, se filtró que el castigo era de 7 mil dolarucos, o sea unos 140 mil pesos mexicanos. #QuéBarato

Arozarena y la isla del ejemplo

El Clásico Mundial de Beisbol fue tendencia porque la Selección Mexicana de este deporte participó y por primera vez disputó la etapa Semifinal que perdió contra la potencia Japón, a la postre monarca de la edición 2023.

La entrega y derroche del representativo azteca permeó sobre la figura de un jugador naturalizado, nacido en Cuba: Randy Arozarena. ¡Vaya espectáculo!

El jardinero pasará a la historia por sus cábalas como las de usar botas y sombrero charro en paisajes de los juegos y por no negar ningún ‘maldito’ (dicho con sarcasmo) autógrafo a todo aquel que se lo pidiera durante cada partido.

El sociólogo canadiense Marshal McLuhan basó sus teorías de comunicación en su lema: El medio es el mensaje. En el renglón de los hechos, percepción es realidad y el ejemplo es el mensaje. ¿Con cuál te quedas? #SeTeníaQueDecir

 Fuentes externas: La Verdad Noticias, Columnas del autor en MedioTiempo.com, Forbes.com.mx, el Heraldo de México y Fan Datos de CID Consultoría

¿Quién es Héctor Quispe?

Periodista y mercadólogo. Dirige CID Consultoría, casa de soluciones en cifras y contenidos enfocados en el fan y su identidad; es MBA en Dirección y Gestión de Entidades Deportivas, por la Universidad Europea de Madrid; tiene la especialidad de Periodismo Deportivo por el Programa Prensa y Democracia de la Universidad Iberoamericana. Coordina el Diplomado de Periodismo Deportivo Digital en la Escuela Carlos Septién García desde 2019, y da clases en el de Marketing and Communication for Sports Brands, en la Universidad Anáhuac. Su análisis es consultado por diferentes medios en torno a negocios y deporte: MKT & Business, Playboy MX & LatAm, Red Forbes, MedioTiempo, Expansión, El País, Fox News, Telemundo, Televisa: Noticieros, Foro TV, TUDN e Infobae, El Economista, El Universal, Excélsior y La Verdad Noticias, entre otros. Es coautor del libro “Cómo hacer Periodismo Deportivo. Una visión Iberoamericana” (Universidad de Sevilla, 2021), y desde 2020 publica esta columna cada jueves en la multiplataforma de Reporte Índigo

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