¡Que nos regresen la verde!

Los “óles” y abucheos a los nuestros se los ganaron a pulso, la jerarquía, las medallas, el talento y hasta la camiseta verde se quedaron en el vestidor en una actuación triste y hasta vergonzosa. Entrega, esfuerzo, derroche físico de los nuestros pero lastimosamente sin orden ni sentido.   

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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Los “óles” y abucheos a los nuestros se los ganaron a pulso, la jerarquía, las medallas, el talento y hasta la camiseta verde se quedaron en el vestidor en una actuación triste y hasta vergonzosa. Entrega, esfuerzo, derroche físico de los nuestros pero lastimosamente sin orden ni sentido.   

“Chepo” lo dijo de muchas maneras a los reporteros en conferencia de prensa y hasta frunció el ceño cuando le cuestionaron al respecto. Lo gritó a los cuatro vientos , quizá hasta se lo tradujeron al inglés y al dialecto jamaicano. No hubo aparentemente nadie que no escuchar este mensaje directo y hasta lapidario del técnico nacional cuando dijo no esperemos goleada ante Jamaica ni siquiera porque estamos en el Azteca. El objetivo claro es ganar y sacar los tres puntos. A Jamaica le vamos a jugar con seguridad, haciendo lo que ya sabemos hacer y con mucha paciencia. Todos lo escuchamos…

¡Menos sus jugadores!

Si el grupo oyó, porque de escuchar mejor ni hablamos, el mensaje puede que sí, pero sin duda jamás lo asimilaron. Nada más escucharon el silbatazo inicial y los nuestros se sobrerevolucionaron, apurados, precipitados como si cada uno tuviera la obligación de resolver el juego él solito. A lo mejor, como alguien decía en la tribuna, es que como estrenaron uniforme todos se querían lucir para la foto de portada del jueves. Solamente una vez se aparece con este vistoso blanco con franjas y vivos rojos que con el alumbrado del Azteca los hacía verse más grandes, más imponentes y hasta más señorones. El tema es que esto no sirvió de nada, nuestro Tri de blanco impecable se precipitaba como si los corretearan. La jugada de irse a línea de fondo y centrar diagonal la intentaron “chorrocientas” veces y nunca lograron acertar un buen pase al que venía de atrás.  Y cuando esto ocurrió, el joven  Héctor Herrera abanicó de “strike” como algunos de los nuestros en la Serie del Caribe en Hermosillo.

Los patos a las escopetas

Y cuando los nuestros seguían precipitados, trompicándose, gritándose por momentos, cuando de pronto aparece el “10” jamaicano que estrella un tirazo al poste derecho de José de Jesús Corona que intuye el contrarremate,  para con reflejos felinos, quedarse con el balón. Esta fue sin duda la más clara de todo el primer tiempo en los dos equipos y que sirvió además para que los caribeños nos perdieran el respeto y se tiraran a provocar a los nuestros, logrando dos o tres llegadas importantes. Mientras que nuestro Tri se enredaba en imprecisiones, partes más atrás o más adelante, centros y pelotazos sin sentido, perdiéndose en la desesperación del reloj que corría en favor de Jamaica, de ahí el abucheo del “respetable” al pitarse el final de esa primera parte infame.

Aquino y Reyna

Fueron llamados por “Chepo” para tratar de enderezar la nave con variantes y picardía, para desequilibrar y ganar la espalda a estos guerreros jamaicanos que, insisto, muy pronto nos perdieron el respeto a la jerarquía en Concacaf, al Azteca y la altura de la Ciudad de México, a la medalla de Oro en Londres 2012 y hasta al famoso  “Chicharito”,  al que en vez de pedirle autógrafos y fotos para llevar a casa, le dieron duro y tupido cada vez que osaba acercarse al área, obligándolo a ir por balones sin sentido a tres cuartos de cancha.

A los 75 minutos pedíamos que Javier Aquino, el mismo que se envalentonó pintándole violines al Cruz Azul para irse a la segunda división de España y Angel Reyna, el incomprendido, levantaran la mano y chiflaran para ver si de verdad estaban en el partido.

Los minutos finales fueron desesperantes, centros a la olla en donde los grandulones caribeños se imponían sin problema, pelotazos sin sentido buscando una casualidad o rebote que nos pusiera arriba, fue una noche triste con un equipo que parecían nunca haber jugado juntos, se agregaron seis minutos con Jamaica provocando las acciones más peligrosas, en contraste, el despedirlos con abucheos y el grito de “… culeros… culeros” fue exagerado.

Así las cosas pues, desde esta tribuna, dejando de lado la mercadotecnia tan importante para la Femexfut, pedimos, exigimos que nos regresen la verde y a lo mejor con eso los nuestros se vuelven a reconocer entre ellos, a identificar y chance y hasta juego de conjunto nos entreguen, no es pedirles mucho, es exigirles hacerlo como lo hicieron hace apenas unos meses… Así de fácil.

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