¿Qué negociaron?

Las grandes preguntas de estos días serán ¿qué fue lo que negociaron el PRI y el PAN para aceptar la anulación de la elección de Colima? ¿Por qué se habla de que fue una negociación entre las dirigencias? Y es que entre los pasillos de la política nacional se asegura que desde el gobierno estatal en manos de Mario Anguiano se boicoteó a quien pintaba para ser su sucesor priista, José Ignacio Peralta. Y ahora, desde las mismas oficinas en Colima, se acordó que Acción Nacional tenga a uno de los suyos como Mandatario en la entidad.

La advertencia, según el PAN

De acuerdo con las palabras de triunfo del líder nacional del PAN, Ricardo Anaya, la anulación de la elección de Colima es una advertencia para los gobernadores a fin de que no se metan ya en las elecciones. No cabe duda de que Colima ha puesto a prueba la credibilidad de cualquiera. Primero porque casi gana Jorge Luis Preciado, cuando hasta sus colaboradores decían que lo habían mandado a perder. Segundo, porque el PAN cuando vio los primeros resultados pidió el voto por voto que tanto se negó a dar en la elección federal del 2006. Y, tercero, porque ahora su líder nacional sale a dar lecciones de moral electoral cuando ni en la de Colima ni en otras el PAN resultó muy respetuoso de la ley.

La reforma política del DF

La reforma política del Distrito Federal es un tema pendiente que debe atender ahora la Cámara de Diputados. Con la mayoría que tiene el PRI junto con el Partido Verde lleva ventaja para hacer suyo el tema y posicionarse en el área metropolitana. Y precisamente en eso debe estar el tricolor, pues el presidente de la Comisión para la Reforma Política del Distrito Federal en la Asamblea Legislativa será José Encarnación Alfaro, un priista de cepa y que ha hecho durante años perfecta mancuerna con el coordinador de los tricolores en San Lázaro, César Camacho. También es bien visto en las huestes del nuevo líder priista, Manlio Fabio Beltrones, así que parece que el plan le está saliendo bien a los priistas en su búsqueda por agarrar terreno en la gran ciudad.