El presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal José Antonio Ortega se anotó un 10 con la organización del octavo Foro Nacional de Seguridad, Justicia y Paz “Bajar la violencia y abatir la impunidad”.
Y es que además de la presentación crítica de Ortega sobre la impunidad prevaleciente en México, los que escucharon de viva voz la exposición los valientes testimonios de Eduardo García Valseca y de Javier Herrera Valles no pudieron menos que indignarse.
¿Cómo es posible que quienes le robaron cuatro años de su vida a Javier Herrera disfruten de certificados de impunidad?
¿Cómo es posible que Facundo Rosas, el lugarteniente de Garcia Luna que viajo en jet oficial hasta los Estados Unidos para intimidar a García Valseca, haya sido designado secretario de Seguridad Pública en Puebla?
¿Cuántas denuncias más está esperando el procurador general de la República Jesús Murillo Karam para proceder a determinar la probable responsabilidad penal de Genaro García Luna, Facundo Rosas, Luis Cárdenas Palomino y Marisela Morales?
Al mal paso darle prisa
Si Rosario Robles quisiera en verdad ayudar al presidente Peña Nieto, ya habría presentado su renuncia irrevocable al cargo.
Y es que aunque no está acreditado el hecho de que la secretaria de la Sedesol haya ordenado a sus subordinados la comisión de delitos electorales, lo que sí está comprobado es que Rosario Robles se convirtió en un lastre político para Enrique Peña Nieto.
En adelante, no solamente el PAN, sino cualquiera de los partidos de la oposición tendrán puesta la mesa para desconocer cualquier resultado electoral, en tanto Rosario Robles sea la titular de la Sedesol.
Y peor aún, con el espaldarazo presidencial a Rosario, panistas y perredistas tendrán un magnífico pretexto para salirse del Pacto por México.
Si es cierta la vocación humanitaria que dice tener la exsocia de Carlos Ahumada, seguramente aceptaría de buen grado ser embajadora en Haití.
Por lo pronto, los panistas no asistirán hoy al anuncio de la Reforma Financiera que hará el secretario de Hacienda Luis Videgaray en el Palacio Nacional.
