La promulgación de la reforma constitucional a la que le han dado en llamar “reforma educativa”, solo sirvió para dejar claro que el gobierno federal y sus aliados en el Pacto, están realmente confrontados con el SNTE y la maestra Elba Esther.
“Que les quede claro, el poder constituyente de la Unión ha dado el paso”.
“No hay marcha atrás en la reforma en favor de los maestros, niños, padres y la patria toda”, dijo en su discurso el secretario de Educación Emilio Chuayffet.
Brilló por su ausencia
Además, todos los asistentes al evento de la promulgación de la reforma, extrañaron la presencia de La Maestra en el acto.
Una de dos: O el secretario de Educación no invitó a La Maestra, o Elba Esther no pudo ir.
Y no es que no hubiera querido ir, sino que la lideresa del SNTE probablemente andaba muy ocupada con lo del paro indefinido de los maestros de la sección 29 del SNTE de Tabasco, como también con los de la sección 22, que manifestaron su rechazo a la reforma.
Si en Tabasco se quedaron 600 mil estudiantes sin clase por el paro indefinido, ¿cuántos más podrían no ir a la escuela si el resto de los maestros del país hicieran lo mismo que los de Tabasco?
Le falta pedaleo
Probablemente con la salida del director de Comunicación Social del PAN, Raúl Reynoso, al staff de Gustavo Madero se le hizo bolas el engrudo con el discurso de ayer.
Y es que a pesar de que estaba claro que el evento era para promulgar la reforma educativa, el presidente del PAN exhortó a los presentes a sacar la reforma… en comunicaciones.
La idea, según Gustavo Madero, es que “la bicicleta en la que anda el Pacto por México empiece a andar, porque le falta impulso y pedaleo”.
¿Quedó claro?
El consejero “transparente”
Sin duda son más creíbles las mentiras de Pinocho que las explicaciones que dio ayer el consejero del IFAI, Ángel Trinidad Zaldívar, en la Cámara de Diputados.
Y es que Trinidad Zaldívar, para tratar de justificar sus ataques en contra de su compañero Gerardo Laveada, dijo que sus críticas al presidente del IFAI no responden a “ambiciones políticas o despechos personales”.
Según Zaldívar, la explicación del por qué le dijo públicamente a Laveada que era un perezoso que se dormía en las sesiones, se debe a que el IFAI es una casa pública, donde la ropa se lava en público y no en privado.
Lo bueno es que el consejero Trinidad es diáfano y transparente. ¿Qué tal si no lo fuera?
