¿Qué hacer?

Día 80.

En todo este lapso, el caso de los 42 desaparecidos de Ayotzinapa, ante la ausencia de resultados ha aumentado considerablemente. De ahí que México y los mexicanos, gobierno y sociedad, están presentes en los ojos y los oídos del mundo.

¿Qué hacer? Cuando el Papa Francisco establece: “Quisiera hoy elevar una oración y traer cerca de nuestro corazón al pueblo mexicano, que sufre por la desaparición de sus estudiantes y por tantos problemas parecidos. Que nuestro corazón de hermanos esté cerca de ellos orando en este momento” (octubre 29).

¿Qué hacer? Cuando el presidente Obama afirma que las desapariciones en México no caben en un país civilizado (Milenio 10 de diciembre).

¿Qué hacer? Ante el pronunciamiento de Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, de sumarse al llamado para que se investiguen a fondo los casos de desapariciones de personas en México, subrayando el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Guerrero. 

Más aún, cuando la máxima autoridad de la ONU destaca la importancia del derecho a la libertad de expresión y la necesidad de canalizar las demandas de manera pacífica, con total respeto para los derechos humanos y el estado de derecho (5 de diciembre).

¿Qué hacer? En el momento en que el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, declara: lo de México no es una situación enteramente nueva. Ya habíamos visto fenómenos parecidos a los que recién ocurrieron en Guerrero, lo que sí es de preocupar y la razón por la que tomó una mayor magnitud es por el nivel de barbarie que alcanzó (El Universal 13 de diciembre).

¿Qué hacer? Al escuchar las palabras de Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, quien en una gira por nuestro país dijo: “Sería un error estar aquí en México y no hacer una reflexión sobre la tragedia de la desaparición de 43 jóvenes. Quisiera sumar mi voz en apoyo a las familias de los estudiantes desaparecidos. La verdad, se merecen justicia (19 de noviembre).

¿Qué hacer? Ante la protesta en el Salón de Plenos del Parlamento Europeo, en cuyos lugares fueron colocadas imágenes de los estudiantes desaparecidos. Todo ello en solidaridad con los padres de los entonces 43 normalistas que exigen justicia; la protesta fue acompañada con un “Ayotzinapa, nunca más” (9 de diciembre).

¿Qué hacer? Al tener conocimiento que el 16 de octubre, en el seno del Parlamento Europeo decidieron discutir con carácter urgente el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (sur Guerrero), y emitir una resolución en la sesión plenaria que tendrá lugar la próxima semana en su sede de Estrasburgo, Francia; voceros de ese organismo informaron que el Grupo de la Alianza Progresista de los Socialistas y Demócratas no quiso incluir el caso mexicano, mientras que el Grupo del Partido Popular Europeo mostró poca voluntad, finalmente se aprobó la propuesta al tener el apoyo de los otros cinco grupos políticos. 

¿Qué hacer?  En el momento de conocer que al interior del Parlamento Inglés, 35 parlamentarios británicos encabezados por el legislador laborista Jeremy Corbyn, grupo que firmó una moción reclamando justicia y más presiones del gobierno del Reino Unido a las autoridades de México en materia de derechos humanos, tras el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. La campaña fue encabezada por Corbyn y contó con la firma de diputados laboristas, conservadores, liberales democráticos, del Partido Verde, del Partido Democrático Unionista, de los Demócratas Sociales, del Partido Respect, y del Partido Nacionalista Escocés (Proceso 13 de noviembre).

¿Qué hacer? Al conocer el pronunciamiento de Amnistía Internacional en el sentido de que la desaparición de los estudiantes, es solo lo último de una serie de “horrores” que se dan en todo México y en los que el gobierno negligentemente ha ignorado, por lo cual es cómplice de las tragedias (7 de noviembre).

¿Qué hacer? Al escuchar las palabras de José Miguel Vivanco, director para Las Américas de Human Rights Watch’s, quien expuso que “los hechos ocurridos en Ayotzinapa, son los más violentos desde la masacre de estudiantes en Tlatelolco en el 68” (8 de octubre).

¿Qué hacer? Al enterarnos los mexicanos de las declaraciones del presidente de Uruguay, José Mújica, quien al hacer referencia al caso Ayotzinapa, precisó: “yo creo que este episodio de los estudiantes y cosas por el estilo, no tiene otro camino que la investigación y que los responsables paguen. No es negociable. No se puede colocar esto en el largo capítulo de las consecuencias de la dictadura, etcétera. Esto es un fenómeno de una calidad en sí mismo, que dejarlo pasar es casi una atrocidad”.

El mandatario Mújica agregó: lo mejor de México está obligado —caiga quien caiga, le duela a quien le duela y tenga la consecuencia que tenga— a aclarar este asunto, porque a raíz de este episodio surgieron cosas laterales, como la aparición de tumbas que no estaban. Quiere decir que hay más muertos que no están ni siquiera reclamados. Entonces la vida humana es menos que la de un perro.

En una entrevista concedida a Foreign Affairs Latinoamérica (21 de noviembre), el presidente de Uruguay sostuvo: “es muy difícil que esto suceda (desapariciones de Ayotzinapa) en una sociedad moderna, porque además no es ninguna lucha política, es corrupción de cabo a rabo. Es todavía peor que la dictadura, porque las dictaduras, siendo feroces, por lo menos tienen un enfoque que pretende ser político. Esto es corrupción, esto es un negocio, es plata”.

Entre otras cosas, José Mújica, dijo: “esto es posible (desapariciones de Ayotzinapa) por una gigantesca corrupción. La corrupción se ha establecido, me da la impresión, visto a la distancia, como una tácita costumbre social. Seguramente el corrupto no está mal visto, es un triunfador, es un señor espléndido. Por ese lado, estamos fritos”.

La otra cara de la moneda

¿Qué hacer? Al escuchar a Vidal Francisco Soberón Sáenz, secretario de Marina, cuando afirma:

“Me enoja más todavía que manipulen a los padres de familia (de las víctimas de Ayotzinapa), es decir, manipulen a esta gente, porque eso es lo que están haciendo, la están manipulando igualmente para no reconocer (al gobierno) o para seguir incrementando esto. Y más coraje me da de que esta gente que está manipulando a los padres de familia no les interesa ni los padres ni estos muchachos, no les interesa, les interesa únicamente alcanzar sus objetivos de grupo o de partido, es decir, es muy fácil desacreditar, es muy, muy fácil desacreditar. El gobierno ha sido extremadamente profesional, extremadamente paciente para poder llegar y poderle demostrar a los padres de familia, fehacientemente, qué fue lo que pasó”  (diciembre 11).

¿Qué hacer? Al saber que la excoordinadora de Servicios de Salud de la Jurisdicción Sanitaria de Iguala, Angélica Narváez Pérez, denunció que el gobierno de Guerrero la destituyó del cargo en represalia porque dio atención médica a normalistas de Ayotzinapa que resultaron lesionados durante los hechos violentos del pasado 26 de septiembre (Proceso 14 de diciembre).

¿Qué hacer? Cuando el converso Mario López Valdez, gobernador de Sinaloa, a través de Procuraduría de Justicia de esa entidad abrió una averiguación previa al personal del Hospital Pediátrico que se manifestó el pasado viernes; los médicos bloquearon durante dos horas el bulevar Constitución de la capital estatal; demandan descongelar recursos, basificaciones y regularización de plazas.

¿Qué hacer? Si tenemos conocimiento de que en Chihuahua el Congreso local aprobó por unanimidad de votos de los 33 legisladores, reformar el Código Municipal para el estado de Chihuahua para sancionar la exhibición en lugares públicos de material considerado pornográfico o violento, que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros; la Red de Periodistas de Juárez consideró como un acto grave de censura que pretende limitar la cobertura sobre hechos de interés público y que esto es un atentado a los derechos de la ciudadanía a estar informado y considera que esta disposición es una “ley mordaza” (La Jornada 13 de diciembre).

En este caso, estamos ciertos que el poder legislativo de esa entidad no se manda solo. Ni dudar que detrás de tal maniobra se encuentra el gobernador, exdirigente campesino y banquero, César Duarte Jáquez.

¿Qué hacer? Si Rafael Moreno Valle, mandatario poblano, envía a decenas de granaderos a la Junta Auxiliar de San Miguel Canoa (recordar esta población en 1968) para tratar de recuperar las instalaciones de la presidencia e imponer como alcalde subalterno a Félix Flores García, quien es rechazado por la población. La situación en esta Junta Auxiliar, perteneciente a Puebla, es tensa, pues se temía una respuesta por parte de los lugareños que desde hace semanas han advertido al gobierno estatal que no aceptarán otras autoridades, mientras que Raúl Pérez Velázquez, el presidente auxiliar electo, siga en prisión; Pérez fue detenido el 31 de octubre, acusado de privación ilegal de la libertad por un empleado de la empresa Concesiones Integrales, la concesionaria del sistema de agua potable y alcantarillado de Puebla (Proceso 12 de diciembre).

¿Qué hacer? Cuando el gobernador de Sonora, el panista Guillermo Padrés Elías, suscribe por una década su “solidaridad” con la Fundación Teletón y de esta forma le firmara un cheque por un total de 380 millones de pesos al CRIT de esa entidad. Es decir, hasta el 2019 serán 38 millones de pesos al año.

¿Qué hacer? Desde el momento en que realmente no hay a la vista una persona con el perfil adecuado para ocupar el cargo de Fiscal Anticorrupción de la Federación…

Sin embargo, van tres propuestas serias: Carlos Romero Deschamps, Diego “El Jefe” Fernández de Cevallos y Vicente Fox Quesada.

Dicen los que saben que, entre muchos, estos son auténticos representantes del árbol que da moras.