El miedo casi se puede tocar. Nos aplasta el ánimo, las ganas de seguir. Después del regreso a semáforo rojo de Chihuahua y de la advertencia de que en la Ciudad de México está muy cerca de ocurrir lo mismo a todos se nos hizo nudos la panza y la angustia se disparó de nuevo.
Y hay datos que nos intensifican el pesimismo. En nuestro país, cada hora, 13 mil 700 mexicanos pierden sus trabajos, siete empresas cierran definitivamente y mil 366 personas entran en la pobreza, según un estudio de Endeavor. Todo, gracias al malditobendito COVID-19.
Parece que estamos en el fondo de un pozo profundo, sin salida. No había sentido este ánimo tan negro desde los primeros meses del Gran Encierro, en abril y mayo. Es difícil escribir esta anticolumna con palabras de entusiasmo y de esperanza.
Pero me niego a dejarme arrastrar por las noticias negativas. Es ahora, en estos momentos, cuando debemos sacar la casta, donde tiene que surgir lo mejor de nosotros porque tenemos familia por quien luchar.
Por eso recurro a mis gurús, a esos personajes que parecen sacados de una película de ciencia ficción, que parecen saber algo que los demás no podemos ver. Jon Black, director general de Blackbot, quien se dedica, junto con su socia, Fernanda Rocha, al diseño estratégico y diseño de futuros, prepara a las empresas para enfrentar los retos de un mundo cambiante e incierto con innovación y creatividad como herramientas.
Mientras a todos nos tomó por sorpresa la crisis provocada por el COVID-19 y nos tambaleó, para Jon y Fernanda la historia fue distinta. Ellos ya estaban preparados para lo que venía. Su secreto: realizar la planeación estratégica de su empresa mirando no a dos o tres años, sino a 10, 15 o 20 años. ¿El resultado? Hoy su negocio marcha viento en popa, mejor que nunca.
¿Qué necesitan hacer las compañías y las personas para estar preparadas para el futuro? “Tener rápido en el radar lo que está ocurriendo, ver hacía dónde viene el salto de su industria y poder trabajar para enfrentar eso”, dice Jon.
Adaptarse al cambio, adelantarse si se puede a este cambio, es el secreto para sobrevivir y ser exitoso. “Es más riesgoso no hacer nada, que intentar algo nuevo”, advierte.
Jon te recomienda que si te da miedo cambiar, conviertas este miedo en tu inspiración. Porque si te quedas inmóvil, tu negocio, tu empleo, tu vida serán obsoletos. “Llegó el momento de dar el salto”, dice.
Se trata de cambiar y cambiar rápido porque los ciclos de las grandes transformaciones, que antes ocurrían cada 20 o 30 años, hoy ocurren cada cuatro o seis años. “De tal manera que si te quedas sentado, te pudres, te vuelves obsoleto”, dice Jon.
Si te da miedo cambiar y aprender las herramientas nuevas que necesitas para enfrentar este mundo retador, Jon te dice que el riesgo de no hacerlo es perderlo todo. “Yo apostaría a que dejen ese estado de sedentarismo intelectual. Llegó el momento de dar el salto. ¡Arriésguense!”