¡Vaya escándalos en los que están metidos los senadores de izquierda! Primero fue el diálogo entre los perredistas Fernando Mayans y Luis Sánchez, quienes cuando se votaba la Ley contra la Trata de Personas bromearon entre sí afirmando que ellos también tienen derechos como usuarios. No se dieron cuenta de que tenían el micrófono abierto. La broma casi les cuesta la expulsión de su bancada. El segundo comentario de mal gusto fue el de Marco Antonio Blásquez, senador del PT por
Baja California, quien publicó un video de una protesta de Los 400 pueblos. En la imagen se ve a decenas de hombres desnudos, algunos sólo usan un taparrabo. El senador comentó: “Chicas, el que les guste, sin empujar. Sólo solteras”. ¿A poco no es para sentir vergüenza por la clase de legisladores que tenemos? ¡Y eso que se dicen de izquierda!
La cuarta opción
En las filas del panismo tradicional ya se preguntan si es viable una cuarta opción para evitar que el PAN se divida por la elección.
Para sorpresa de muchos, el cuarto nombre que suena como posible candidato presidencial es el de Ernesto Ruffo Appel, el primer gobernador de oposición en el país. El hoy senador dice a quien quiera oírlo que si sigue la “Ruffomanía”, como él mismo ha llamado a la corriente que lo impulsa, sí buscará la candidatura para el 2018.
La idea comienza a crecer entre los panistas más tradicionales, pues dicen que entonces sí serán los ideales del PAN los que lleguen al poder y no los de cualquier arribista que sólo use las siglas del partido.
No den ideas
Lorenzo Córdova, presidente del INE dijo ayer que espera que en las próximas elecciones en México no se privilegie como en las de EU el discurso intolerante, de exclusión y miedo. Y es que en esas condiciones, dijo, ganó Hitler. Y la verdad es que así ganó Donald Trump. Y muchos entre los que lo escucharon luego luego pensaron: “No les dé ideas, ya ve que tenemos algunos que con tal de ganar, harían cualquier cosa”.
