‘La justicia es la que nos hace humanos, porque nos hace reconocer la dignidad del otro’.
Bartolomé de las Casas
La justicia distributiva es un principio humanista que pone en el centro del ejercicio de todo gobierno el combate a la desigualdad social y la instauración de una República en la que sea posible una justa distribución del ingreso y la riqueza, con el fin de que en México todas las personas desplieguen ampliamente su libertad y su dignidad.
Hoy, ha llegado el momento de construir el segundo piso de la Cuarta Transformación: la prosperidad compartida.
El humanismo mexicano que se ha forjado a lo largo de las cuatro transformaciones de la vida pública de México, entra, con la presidenta electa de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, en su etapa de prosperidad compartida.
Prosperidad compartida significa asegurar que los beneficios del crecimiento económico de la nación se distribuyan de manera más equitativa entre todos los segmentos de la sociedad, especialmente entre los más desfavorecidos, los pobres.
Compromisos del nuevo gobierno en México
Este rumbo político-social del país se centrará, como bien lo ha definido nuestra presidenta electa en sus 100 compromisos de gobierno, en dos elementos clave: crecimiento económico y equidad.
Crecimiento económico para que la prosperidad compartida sea sostenible en un desarrollo incesante e inclusivo, es decir, que beneficie a todos los sectores de la sociedad, no solo a unos pocos privilegiados.
Equidad, que implica que la prosperidad compartida mejore sustancialmente los ingresos y el bienestar del 40 por ciento más pobre de la población mexicana: reducir la pobreza extrema y así lograr una mayor estabilidad social y económica.
Hoy, en pleno siglo XXI, la prosperidad compartida es crucial en el mundo porque hemos aprendido que la desigualdad económica y social de las personas debilita gravemente a la economía, a la estabilidad y al interés social de las naciones.
Alianza social, justicia y democracia
El humanismo nos convoca a una gran alianza social, a la acción comunicativa que pone en el centro de la libertad y la democracia a la justicia distributiva: impulsar el crecimiento inclusivo para forjar una sociedad más justa y cohesionada.
La prosperidad compartida, por la que habremos de trabajar bajo la guía de Claudia Sheinbaum los militantes comprometidos con la Cuarta Transformación, habrá de estar estrechamente vinculada con las políticas económicas y sociales del Gobierno de la República durante el período 2024-2030 en las áreas fiscal; de generación de empleo; de producción y comercio; de inclusión financiera; de innovación, sostenibilidad, tecnología y ciencia; y de bienestar.
Con prosperidad compartida, México mantendrá con firmeza la estabilidad social y económica que demandan las nuevas generaciones del siglo que corre: la equidad y el crecimiento inclusivo para el bienestar de la nación.