Profesores de verdad
El cambio a profundidad de la educación en México se inició hace meses con la llamada Reforma Educativa, en la que se aprobaron tres puntos: el derecho de todos los mexicanos a tener educación de calidad, la autonomía del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INE) y la reforma a las leyes generales de educación, específicamente la ley de servicio profesional docente, que nos permitirá una mejor capacitación del magisterio.
Pablo Mier y TeránEl cambio a profundidad de la educación en México se inició hace meses con la llamada Reforma Educativa, en la que se aprobaron tres puntos: el derecho de todos los mexicanos a tener educación de calidad, la autonomía del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INE) y la reforma a las leyes generales de educación, específicamente la ley de servicio profesional docente, que nos permitirá una mejor capacitación del magisterio.
El 14 de agosto el Ejecutivo entregó al Congreso su propuesta de leyes para la reforma y sucedió lo que hemos visto, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se adueñó del Congreso y condicionó liberar los accesos de la Cámara de Diputados al retiro de los dictámenes de las leyes secundarias de la reforma educativa.
Demasiados miedos: el PRI, a perder gobernabilidad, a las marchas y a los apoyos sindicales; el PAN, con temores a que se caigan otras reformas o a los trueques o intercambios de proyectos; el PRD, totalmente dividido entre un Bejarano radical y un Mario Delgado más sensato. Así, es difícil avanzar.
La sociedad civil, el círculo blanco, no termina de entender bien a bien lo que sucede y confundida y molesta reprueba que en algunas zonas del país las clases nomás no iniciaron, reprueba las marchas los plantones del magisterio y procura impulsar a sus hijos para que logren mejores oportunidades de las que ellos tuvieron.
El fondo de la cuestión es la ley del Servicio Profesional Docente, porque es ahí donde se instrumenta la evaluación a los maestros, se les fijan obligaciones y responsabilidades, dejando de ser solamente sujetos de derecho, como hasta la fecha –malamente- los ha acostumbrado la ley.
No es un tema menor, si los maestros no aceptan una ley que les finque responsabilidades, entre las que se encuentra por ejemplo que un número determinado de faltas injustificadas suponen cese, que se sometan a las evaluaciones del INE y que si después de tres intentos no aprueba parará a funciones administrativas, si no aprueban estas y otras responsabilidades no habrá un avance.
Es el México adolescente que no nos permite avanzar hace falta un Peña Nieto firme que no de entrada a la tibieza y que los partidos dejen de lado miedos paralizantes para cerrar a la brevedad este trascendental tema.
Se trata de romper un paradigma que por años nos ha frenado afectando y paralizando lo más valioso que tenemos, nuestros niños.
Lo que será la Ley del Servicio Profesional Docente (SPD) permanecerá unos días más en el tintero. Es el momento de expresar, como lo ha hecho Suma Por la Educación www.sumaporlaeducacion.org que esta ley es aún limitada, puesto que no se crea una carrera profesional docente a nivel nacional basada en el reconocimiento al mérito, sino se establecen 32 subsistemas estatales de gestión de plazas donde las autoridades locales diseñarán los concursos de ingreso, generando con ello inequidad porque no se garantizan las mismas oportunidades en cada entidad del país.
De acuerdo con Francisco Landero, presidente de Suma en que el SPD debe distinguir la evaluación, promoción, reconocimiento, capacitación y permanencia entre maestros, directores y supervisores. Queremos maestros de verdad, sujetos a un sistema de promoción con categorías y niveles, de forma que con cada promoción, los docentes obtengan un mayor salario, reconocimientos y promociones.