Este jueves 20 de abril, la sociedad mexiquense podrá presenciar el primero de dos debates hasta ahora confirmados entre las dos candidatas que compiten por la gubernatura Alejandra del Moral Vela, candidata por la Coalición Va por el estado de México y Delfina Gómez candidata por la candidatura común Juntos Hacemos Historia en el estado de México.
Este debate se da en un escenario de profunda polarización social y política, auspiciada principalmente por el gobierno federal y el partido en el poder: MORENA, así como el hecho de que la candidata Delfina Gómez, intentó cambiar la fecha del mismo para el día 28 de abril, día en el que curiosamente habrá un concierto masivo gratuito en la ciudad de México, que en opinión de amplios sectores sociales y analistas políticos, es un evento con fines propagandistas y distractor de los graves problemas sociales que en estos momentos enfrenta la sociedad mexicana y mexiquense en su conjunto. Este hecho en opinión de muchos, tendría por objeto que en lugar de centrarse en el debate, el objetivo sería minimizar el impacto negativo que pudiera tener la candidata de MORENA debido a su previsible mal desempeño en dicho debate, debido a la notoria falta de calidad en sus propuestas y argumentaciones, como lo hemos visto en su plan “Propuestas para el Cambio” en el cual, de las 74 propuestas presentadas para gobernar el estado de México, el 80% resultan ser ambiguas o excesivamente imprecisas en su contenido. Pero, a pesar de los intentos por cambiar la fecha de realización del debate, la autoridad electoral logró el acuerdo para realizarlo este jueves 20 de abril.
Si bien los debates pueden resultar atractivos si cuentan con amplia difusión mediática y altas expectativas por parte del electorado, en términos generales la sociedad no considera los debates como un factor determinante para decidir su voto, sino parte del proceso para determinar su elección. Ahora bien, en el caso del estado de México, se estima que aproximadamente un 20% del electorado, equivalente a 1 millón 360 mil electores, aún no ha tomado una decisión por quién votar. Por ello, este debate adquiere una importancia mayúscula en este contexto, ya que puede ser un medio para que estos electores indecisos perfilen sus preferencias electorales.
En este debate, es fundamental tener en cuenta las expectativas, recuerdos, experiencias y juicios de valor previos del electorado respecto a las candidatas. Así también hay que considerar que la personalidad de cada candidata puede impactar más allá de las propuestas presentadas, ya sea de manera positiva o negativa. Por otro lado, será fundamental para cada candidata, la preparación en los temas e ideas fundamentales en las que basan su oferta de gobierno.
El verdadero impacto del debate lo veremos después de su realización, a través de los análisis, comentarios y expresiones tanto de expertos, analistas políticos y sociedad en general, tanto en conversaciones personales como en distintas plataformas de comunicación y redes sociales. Es aquí donde se pueden observar las opiniones y percepciones de la ciudadanía sobre el desempeño de las candidatas en el debate.
Para que este debate sea realmente útil y benéfico para la sociedad mexiquense, es fundamental que las candidatas presenten propuestas inteligentes y sólidas, que atiendan a las necesidades y demandas de la población. Además, el debate debe ser un espacio donde se privilegie el intercambio de ideas y argumentos por encima de ataques personales o descalificaciones. Solo de esta manera, el electorado podrá evaluar de forma objetiva las propuestas de cada candidata y tomar una decisión informada sobre quién es la mejor opción para gobernar el estado de México.
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