Hace unos días, pero hace 10 años, la primera presidenta municipal de la ciudad de Monterrey le entregó las llaves de la ciudad a Jesucristo. Jocoso dato para los más liberales y succionador para los más conservadores -da igual. Yo le hubiera dado un par de hachas bien pesadas y afiladas.
En este lapsus pareciera como si esa bendición más que eso ha sido un tormento de trayecto que ahora es un infierno. Como si fuera un mal augurio, un desvelo, un allanamiento, un sacrilegio -como una tarde de verano regio deshidratado.
Somos la consecuencia de la década perdida, basta con recordar la configuración de las estructuras y los personajes de la época, incluso algunos aún continúan en el poder. Cuántos desastres en 10 años, no se cumplió la expectativa. Qué más da.
La política regiomontana está a nada de tocar fondo, el vaso de la paciencia se está derramando; la bendición se está convirtiendo en maldición. Hoy el estilo gangsteril de gobernar, administrar y pelear públicamente solo detonará una guerra innecesaria donde los únicos que perderemos somos los ciudadanos y los más castigados serán los preelectores -la que os espera.
Esa traición que se dio en la zona citrícola de Nuevo León demuestra lo sucia, baja, vaga, sin onda, mugrosa, chamagosa, indolente e insolente que es la política local. Las decisiones tomadas por presidentes municipales sólo fueron para su propio beneficio, ninguno consultó ni a sus electores. Convencen a síndicos y regidores simulando una triple realidad. Las traiciones se deben a varias situaciones: Por sobrevivencia, por soberbia, por indiferencia, o por lo mercantil. Da lo mismo.
¿Sabe cuánto atraso político representa esta administración estatal? ¿Sabe usted cuánto rezago legislativo hay en el no tan honorable Congreso del Estado?
También hace unos días, el Partido del Trabajo marchó por el Centro de Monterrey conmemorando un aniversario más de aquel desastroso acontecimiento de una mala decisión política, opresiva y violadora de garantías individuales por parte del ejecutivo de aquel 11 de junio de 1971, donde fueron asesinaron estudiantes de la UNAM, Instituto Politécnico Nacional a razón de que salieron a las calles en apoyo a la huelga de nuestra Universidad Autónoma de Nuevo León, reuniéndose pacíficamente en los alrededores de la estación del metro Normal para marchar hacia el Zócalo de la Ciudad de México, durante el trayecto aparecieron los Halcones.
Nota ociosa de recordatorio: La ira social se irá manifestando en algunos sectores, incluso de los que menos participan; los políticos como parece debe ser su deber: no agarrarán la onda; se aproximan crisis silenciosas, traiciones, puñaladas, destapes y más sorpresas. Cuidado Gobernador: las malas decisiones han sido consecutivas, mal reaccionarias y lo más probable es que serán imparables.
Y lo muy novedoso o el intento vanguardista del CEN de Morena por la continuidad con cambio; donde informan a México los lineamientos para su interna más agregados, en su misión en pro de la Revolución de las conciencias –curiosamente sin opción a debates. La reflexión es acerca del empedrado de buenas intenciones del camino hacia el infierno. A ver si estos números nos dan suerte: 16, 19, 27, 28, 3 y 6.
Casualmente esta canción detonó la inspiración, désela a ver que tal le funciona el día después de escucharla. Careful with that axe, Eugene / Pink Floyd ´1972 o llévela consigo el resto de la semana. Y si le agrada le recomiendo el documental de la misma banda grabado en la ciudad Pompeya que fue arrasada por el volcán Vesubio en el año 79 d.C. allá en lo que ahora es Italia.
Canción:
Documental:
Instagram: @arturo_fernandez____
Correo: aafernandezc@gmail.com
