Distribuir justamente el valor monetario de todo lo que se produce y de las contribuciones fiscales de los ciudadanos es el único objetivo del gasto público.
En un sistema federal, como el mexicano, esto significa la asignación equitativa de recursos entre los estados, de manera que se compensen vulnerabilidades y desigualdades, aplicando más recursos donde se necesitan, exactamente en lo que se necesita.
Por eso, en un país donde 35 millones de personas viven sin acceso a servicios médicos, de las cuales 44.5 por ciento, es decir, 15.6 millones, engrosaron esta penosísima cifra en la presente administración, según estimaciones del Coneval, es de esperarse, y exigirse por supuesto, que el gasto público en el sector aumente sensiblemente. Sin embargo, el presupuesto aumentó tan solo ocho por ciento para ubicarse en 209 mil 616 millones de pesos, para atender a todos los mexicanos, asegurados o no.
La inequidad es aún mayor. El programa de vacunación sufre una disminución de 53.75 por ciento, para ubicarse en 14 mil 21 millones, desaparecen los fondos de los proyectos de infraestructura social de salud, así como para el mantenimiento de infraestructura.
En tanto, el presupuesto de la Secretaría de Turismo sube 121.6 por ciento, para ubicarse en 145 mil 565 millones de pesos, con un aumento todavía mayor, de 127.31 por ciento, para el rubro de proyectos de transporte masivo de pasajeros, es decir, el Tren Maya, para cuya construcción se destinarán 143 mil 73 millones de pesos, 98.2 por ciento del total del presupuesto del sector y 68.2 por ciento del gasto proyectado para el sector salud.
En octubre del año pasado, Fonatur dio a conocer que el costo del Tren Maya se había incrementado en 60 mil millones de pesos, para pasar de 140 mil millones a casi 200 mil millones. Para julio de este año, se anunció oficialmente que el costo del proyecto rondaría los 400 mil millones de pesos. La inmensa diferencia entre estas cifras solo indica una falta total de transparencia en la rendición de cuentas.
Si la deuda neta del Gobierno federal creció 390 mil millones de pesos en los primeros ocho meses de este año, para ubicarse en 10 billones 785 mil 500 millones de pesos, pero los recursos están yendo a cuentagotas a donde realmente se necesitan en grandes montos, pues ya no hay duda de su destino.
México tiene hoy la deuda más alta de su historia y está lejos de resolver sus problemas. De hecho, cuatro mil 452 personas caen diariamente en pobreza, que donde más se refleja es en el acceso a los servicios de salud. Lamentablemente, en 2023 el rubro de atención y medicamentos gratuitos solo contará con 81 mil 914 millones de pesos, apenas 5.6 por ciento más que el año pasado.
Todos estos datos sobre el presupuesto de egresos, y muchos más, pueden ser consultados en la página presupuestotransparente. com, que estructuró el grupo parlamentario del PRI de LXV Legislatura.
Nuestro compromiso es defender a los mexicanos de esta inequidad, debatiendo y proponiendo una distribución justa de lo que todos los mexicanos aportamos para que el Gobierno federal cubra prioritariamente nuestras necesidades y carencias.