La escuela de graduados del Tec me invitó a un desayuno para reflexionar sobre el pacto firmado por Enrique Peña Nieto y los tres principales partidos politicos.
Entre lo discutido, estuvo el tema de la partidocracia y las candidaturas independientes. En ese tema sigue en espera la letra chica de cómo solucionar a nivel nacional y también en lo local el primer paso para actualizar la Constitución.
También se habló sobre la desvinculación que existe entre lo que sucede nacionalmente y en el estado de Nuevo León, pues mientras en lo federal las cosas caminan con cierta lentitud y todavía no se sabe cuál rumbo seguirán, en lo local una gran parte de la sociedad ya se tomó de las manos y ha dicho hacia dónde quieren ir. En unas con más éxito, en otras con mucho menos, como lo es el caso de corrupción por parte de los gobiernos locales y estatales.
Sin embargo, fueron dos cosas las que más me sorprendieron: una la presencia, comentarios y sencillez de un exgobernador ahí presente. No cabe duda que volver hacia atrás y la edad, pueden ayudar a que la gente toque piso. Por ello, me encantaría ver a este exgobernador hablarle al oído a Medina y decirle lo importante que será poder caminar como mortal dentro de tres años, pues nada es eterno.
El otro punto fue la presencia de jóvenes estudiantes de diferentes estados del país, que por un lado o por otro, están alertas a replicar lo que aquí está sucediendo para llevar a cabo acciones que funcionen en sus estados.
Un joven de Aguascalientes, sorprendido por la falta de participación de la sociedad en su entidad, tal vez por ser o haber sido por muchos años un lugar tranquilo y con avance continuo, señaló que su estado fue jalado sin rumbo por las riendas de sus gobernantes.
Por otro lado, un chihuahuense que no queda nada contento con todas las referencias que se hacen de su estado, ligado siempre a la sangre o a las armas de los militares, considera que dicho estado tiene mucho que compartir, pues ha avanzado la acción de las ONG´s, el gobierno y la IP, para ponerse de acuerdo en estrategias y lograr avances realmente reconocidos por la sociedad.
La comunidad chihuahuense tiene mucho por compartir en el tema de mujeres criando a sus hijos independientemente, en respuesta a las empresas deshumanizadas que no captaron el daño que hacían. Diversas mujeres inquieta alzaron la voz y tomaron acciones.
No cabe duda que en algunas ocasiones el sólo hecho de compartir el pan y la sal sí tiene sentido, pues las miradas pueden cambiar y las acciones pueden tomar mejores rumbos, que cuando uno sólo voltea a ver su espacio del diario.