Pleito de Madero, Ruffo y Zavala; Ramírez Puga y los 327 mdp

Gustavo Madero, sobrino nieto del Apóstol de la Democracia, sin duda ha inaugurado un nuevo lenguaje en la política nacional.

“Estar hasta la madre”, con perdón de los carretoneros, es parte de los nuevos conceptos ideológicos del Partido Acción Nacional, PAN, frase que envidiaría Manuel González Hinojosa, Carlos Castillo Peraza o Luis H. Álvarez, en su primera versión.

El Faraón El Faraón Publicado el
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Gustavo Madero, sobrino nieto del Apóstol de la Democracia, sin duda ha inaugurado un nuevo lenguaje en la política nacional.

“Estar hasta la madre”, con perdón de los carretoneros, es parte de los nuevos conceptos ideológicos del Partido Acción Nacional, PAN, frase que envidiaría Manuel González Hinojosa, Carlos Castillo Peraza o Luis H. Álvarez, en su primera versión.

Todo indica que la expresión de Madero, el malo o ignorante, es un reflejo de las que está pasando al interior del las filas blanquiazules, específicamente, en lo que se refiere a la guerra sucia que se ha desatado entre los senadores panistas por la disputa, no de la ideología o los conceptos democráticos de este partido, sino por el botín que significan 200 millones de pesos que le corresponden a la bancada albiazul en la Cámara Alta.

“Estar hasta la madre” o “están hasta la madre”, es una expresión de Gustavo Madero que refleja el hartazgo que él mismo tiene por las acciones que en su contra han desatado Margarita Zavala, Luisa María “Cocoa” Calderón Hinojosa, Ernesto Cordero, Roberto Gil Zuarth y Javier Lozano Alarcón, entre adversarios que le sembraron al sobrino nieto de Don Francisco.

Grave que ahora surjan dimes y diretes, Zavala y Ruffo, de muy bajo nivel. Por ejemplo que uno le diga a otro que sostiene relaciones peligrosas y en respuesta, se diga que hay una lana (300 mil pesos) de por medio para algunos chicles.

Una ausencia que a medida que el tiempo transcurre se hace más patente, es la de “El Jefe” Diego Fernández de Cevallos. Y no está por demás recordar que en algunas ocasiones las ausencias son más notorias que las presencias. “El Jefe”, dicen los que saben, trae juego tapado.

Ulises Ruiz controla Liconsa

Ulises Ruiz, el más feliz.

Festina el control total de Leche industrializada Conasupo, a través de su alfil obispo, Héctor Pablo Ramírez Puga. 

Del titular de Liconsa hay algunas aristas que se ignoran a nivel nacional.

Más temprano que tarde, su pasado alcanzará a Ramírez Puga, porque el rápido “ascenso” que tuvo en la política no se explica por la corrupción que dejó en Oaxaca. 

El director de Liconsa fue cómplice de los hechos violentos registrados en esa entidad en el 2006 y 2007, cuando por la represión ordenada por Ulises Ruiz, murieron  más de 80 personas. Y desaparecieron dos en el 2007.

En materia financiera, el director  de Liconsa, tiene muchas cosas qué explicar.

Al llegar a la Coordinación de Comunicación Social del gobierno de Ulises Ruiz tenía un presupuesto de 57 millones de pesos, pero su jefe le autorizó incrementarlo en 471 por ciento. Es decir, la cifra se elevó a 327 millones de pesos. 

En el reparto de esta millonada, Héctor Pablo Ramírez, tuvo como prioridad el periódico “El Extra de Oaxaca”, propiedad de Héctor Ramírez Puga (papá) quien a través de empresas fantasma, recibió cerca de 59 millones de pesos en seis años.

Los fantasmas, fueron: Intoctur, S.A. de C.V., favorecida con 21 millones 720 mil 129 pesos; Mitroviq, con 18 millones 751 mil pesos; Rocke Sade, S.A. de C.V., con 10 millones 610 mil pesos, y Organización Periodística Extra de Oaxaca, S.A. de C.V., con 7 millones 820 mil pesos.

Esta es la historia de los fantasma: constituida el 11 de febrero de 2008, Mitroviq, dos meses después, obtuvo contratos por 18 millones 751 mil pesos. Néstor Augusto Ramírez Soto, apareció como apoderado, quien proporcionó como domicilio fiscal avenida Ferrocarril 209, colonia 25 de Enero, en esa capital. En ese lugar, hace 5 años, se rentaban habitaciones y había un consultorio dental.

Organización Periodística Extra de Oaxaca, S.A. de C.V., es propiedad de la familia Ramírez-Puga Leyva, y Gilberto, hermano menor del director de Liconsa, es el representante legal; a este periódico se le otorgó un contrato por 7 millones 820 mil pesos “por servicios de difusión de acciones de gobierno por un periodo anual”. 

Rocke Sade, S.A. de C.V., tercer fantasma de este recuento, tiene como fecha de nacimiento el 20 de agosto de 2008. Y nueve días después (29 de agosto) recibe 10 millones 610 mil pesos por concepto de publicidad. En ese entonces su representante fue Brenda Brera Villamil. En el domicilio fiscal  que proporcionaron, avenida Independencia 318-D Santa Cruz Amilpas, hace cinco años había una accesoria.

Intoctur, S.A. de C.V., tuvo como domicilio fiscal la avenida del Jardín 102, colonia Experimental en San Antonio de la Cal, donde se encontraba una obra negra;  Intoctur, “nació” el 4 de abril de 2008 y cuatro meses más tarde recibió 21 millones de pesos en contratos por publicidad. Luis Alberto Jiménez García, fungió como apoderado legal. 

El titular de Liconsa tiene a dos incondicionales en esa institución: Jaime Larrazábal (hermano de Jonás y del panista Fernando, los del problema de los quesos Oaxaca en Monterrey), está a cargo de la planta de Tlalnepantla y José Humberto Cruz Ramos, que es el todólogo en esa dependencia.

Hoy Ulises Ruiz, a través de  Héctor Pablo Ramírez, tiene en su poder a Liconsa, convertida en instrumento millonario para hacer política en Oaxaca. 

Si para ocupar un cargo ejecutivo como en Liconsa se require un dossier como el anterior, no hay duda que Héctor Pablo Ramírez, se lo ganó a pulso.

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