Piel de oveja verde

Héctor Quispe Héctor Quispe Publicado el
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Hay veces que conviene no ser el lobo sino la oveja por múltiples razones, entre ellas que en un ambiente competitivo puedes sorprender a quien no espera nada osado de ti. Pasa en todas las razas y especies animales. Un león rasurado tiene mejores posibilidades de una caza exitosa, porque no inspira miedo, la principal alerta de quien no desea ser una víctima segura. El uniforme deportivo es una segunda piel y por eso es tan importante en el campo de la contienda.

Como es habitual en estos tiempos se filtró en horas previas al cierre de edición de esta columna la foto con la imagen de la presunta camiseta que usará la Selección Mexicana en el Mundial de Qatar 2022.

Se trata de una sobria versión del modelo clásico del uniforme principal en verde con vivos en rojo y detalles como el logo de Adidas y el bordado con el nuevo escudo del Tri en blanco predominante.

A la base esmeralda, en la parte superior que da al pecho con una opacidad más oscuro las grecas en forma de follaje en una especia de marca de agua copan también las mangas, lo que le da un aspecto de trópico, en alusión a la calidez de la región sede. Las franjas rojas aparecen en grupos de tres en la zona de la clavícula y en las laterales de la prenda. Estas líneas son idénticas a las que usaron en Rusia 2018, donde eran blancas.

En gustos se rompen géneros, mi estimado fan, y tú tendrás tu propia apreciación, pero para este columnista se trata de un modelo estéticamente bien logrado y quizás el más decente de los empleados en al menos cinco Copas del Mundo.

El pantaloncillo será blanco y hasta la entrega de esta columna aún no definían si las medias serán en rojo o verde. En el segundo uniforme la camiseta será con el mismo diseño, pero blanca.

El nuevo ‘equipo de todos’ no pinta ni una franja tricolor en la víspera, pero habrá que ver a la hora buena. Siempre habrá polémica con sus distintas pieles mostradas en los Mundiales. Lo importante es lo que haga enfundado en ellas.

EL VALOR DE LA SORPRESA

México tuvo en el transcurso de los Mundiales grandes directores técnicos. El más mítico de todos, Ignacio Trelles –que participó en los caminos a Chile 62, Inglaterra 66 y México 70, aunque en este último fue relevado de última hora por Raúl ‘El Güero’ Cárdenas– llegó a comentar que los resultados previos a la máxima justa no son más que para la estadística. De lo que se trataba era de llegar a la hora de la cita con todos los recursos disponibles, incluso los que nadie esperaba. Es decir, engañar a todos con una imagen enclenque y llegar a romperla en el gran escenario.

Algo similar sostenía Manuel Lapuente, conocido siempre por su estilo conservador, que tuvo un accionar un tanto dudoso en la kilométrica gira por Europa y Asia antes de llegar a Francia 98, donde la crítica internacional se desbordó en elogios para los pupilos del gran ‘Manolo’.

El Tri venció en esa edición 3-1 a Corea del Sur para luego empatar contra Bélgica y Países Bajos 2-2, sendos juegos en los que tuvo que reponerse de un marcador adverso. Ya en Octavos de Final hizo un gran partido contra Alemania, que sudó la gota gorda para vencer a los mexicanos 2-1, con aquel remate del goleador Luis Hernández frente a las barbas del guardameta teutón Andreas Köpke que recibió en sus manos un ‘conejito’ del ‘Matador’, con lo que se esfumó una vez más el sueño azteca del famoso “quinto partido”.

Lo feo es cuando sucede al revés. Rumbo a Argentina 78, el conductor José Antonio Roca, famoso por dirigir a un América de época en esa década armó a un equipo nacional plagado de juventud y talento, entre quienes destacaban Pilar Reyes en el arco, Alfredo Tena en la zaga, con Leonardo Cuéllar y Gerardo Lugo en la media, y Hugo Sánchez con David Rangel en el ataque. Acapararon elogios en los partidos de preparación y al final sorprendieron al mundo al distinguirse como el peor equipo del Mundial. De ahí el famoso distintivo de ‘México, campeón… de los juegos amistosos’. La catástrofe se dibujó con solo derrotas, ante Túnez por 3-1, contra Alemania 6-0 y frente a Polonia 3-1. Queda para la posteridad lo más sobresaliente del cuadro mexicano en ese entonces: el uniforme fit de Levis con la camiseta blanca y las franjas verticales en verde y rojo y los cinco kilos de melena afro de Cuéllar.

Eso sí, a México le gusta sorprender y ha hecho la chica muchas veces. Apenas en Rusia 2018 cautivó a todos al descalabrar al entonces Campeón defensor de Brasil 2014, Alemania, al derrotarlo por 1-0 con el gol del ‘Chucky’ Lozano, bajo la dirección técnica del colombiano Juan Carlos Osorio. Los Tricolores vencerían a Corea del Sur, pero perderían 3-0 contra Suecia, con lo que en Octavos de Final se midieron ante Brasil, que fue el triunfador por 2-0.

INICIA LA PARAFERNALIA 

En efecto, la Trimanía mundialista comenzó. El hecho de que se filtraran también algunas imágenes con jugadores portando la nueva armadura tricolor es parte de la efervescencia que será mayor conforme se acerque el magno evento.

De hecho, y “sin afán de quitarle la ilusión al niño”, como mera acción informativa te cuento que muchas “filtraciones” no lo son tanto, sino que a veces son parte de la gestión en el lanzamiento de un producto. La parte de la expectativa se alimenta de forma natural y atrapa mejor la atención.

Es por eso que el presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Yon de Luisa, puede aparecer para negar la especie y, sin embargo, luego deberá aceptar que le metieron gol. Tal y como sucedió cuando este columnista platicó con él en la revelación hecha en este mismo espacio al mostrar como un hecho confirmado antes que otros medios el nuevo escudo de la Selección Mexicana.

Vendrán otros productos y rituales previos, incluido el famoso álbum de Panini con las estrellas puestas en las estampitas memorables.

Se imprimirán guías mundialistas, se publicarán libros, y explotará el merchandising con la siempre amplia gama de souvenirs que harán de los fans asistentes profundos del Mundial 2022 aunque no viajen a Qatar. No en balde, el Tri regularmente será un producto de dudosa calidad que se vende muy bien en estos eventos.

El Mundial no será por primera vez en fin de año occidental. Qatar 2022 ya está aquí. ¿De qué manera lo vives?

AHORA COQUETEA FURCH

Mientras se afinan detalles y la botana para el camino, surgen novedades que pueden traer consigo oportunidades y oportunistas. En fin, cada quien hace su luchita.

El delantero goleador argentino Julio Furch, que llegó a 100 goles con el Atlas, fundamental para que este equipo se coronara Campeón del Apertura 2021, levantó la mano para ver si su compatriota Gerardo ‘Tata’ Martino lo llama de última hora como refuerzo del Tri en Qatar 2022. Dijo que ya está completando su trámite de naturalización como mexicano, por lo que estaría en condiciones. Siente que hay chance porque ya fue llamado Rogelio Funes Mori.

“Sería algo muy lindo representar a México y defender la camiseta creo que sería un lindo broche para mi carrera”, afirmó Furch.

Quizá merece el beneficio de la duda, pero cualquier aspirante al equipo nacional debe tomar en cuenta no el mérito propio sino el del conjunto que desea representar. En realidad ha pasado muy poco con los naturalizados que llegaron al Tri en ediciones pasadas. Salvo el caso de Antonio Naelson ‘Sinha’, hombre básico en el once titular de Ricardo La Volpe en Alemania 2006, los demás tuvieron una labor discreta. Se trata de que representen la diferencia respecto a un mexicano por nacimiento y que los adoptados sean la excepción que confirme la regla, ¿no es así?

En la historia hubo otros naturalizados en condiciones de vestir la piel del Tri que sin embargo por alguna maldita razón no pudieron concretar ese sueño. Si eres muy joven, pregúntale a tu padre o a tu abuelo quién fue Evanivaldo Castro ‘Cabinho’, brasileño de nacimiento, pero mexicano de corazón, naturalizado, el más grande goleador de la historia de la Liga, con 311 goles entre Liga y Liguilla, y ocho veces campeón de goleo individual, con sus lauros conseguidos con el uniforme de distintos equipos: Pumas, Atlante y León.

También está el caso de Daniel ‘Ruso’ Brailovsky, hombre al que solo le bastaron tres años para convertirse en ídolo de todos los tiempos en el América. Ambos fueron considerados para integrar el Tri de México 86. El coach Velibor ‘Bora’ Milutinovic trató de convencer a los directivos de entonces y le dieron largas. Es cierto que el argentino huyó a su patria tras el terremoto del 85, pero el amazónico siguió en el país siempre por muchos años más. ¿Te imaginas cómo le hubiera ido a la Selección Mexicana con un Hugo Sánchez pleno? Soñar es vivir y nunca ha costado nada. #Yeah

Fuentes externas: ESPN, Columnas del autor en Forbes.com.mx, el Heraldo de México y Fan Datos de CID Consultoría

¿Quién es Héctor Quispe?

Periodista y mercadólogo. Dirige CID Consultoría, casa de soluciones en cifras y contenidos enfocados en el fan y su identidad; es MBA en Dirección y Gestión de Entidades Deportivas, por la Universidad Europea de Madrid; tiene la especialidad de Periodismo Deportivo por el Programa Prensa y Democracia de la Universidad Iberoamericana. Coordina el Diplomado de Periodismo Deportivo Digital en la Escuela Carlos Septién García, y da clases en el de Marketing and Communication for Sports Brands, en la Universidad Anáhuac. Su análisis es consultado por diferentes medios en torno a negocios y deporte: MKT Business, Playboy MX, Red Forbes, MedioTiempo, Expansión, El País, Fox News, Telemundo, Televisa: Noticieros, Foro TV, TUDN e Infobae, entre otros. Es coautor del libro “Cómo hacer Periodismo Deportivo. Una visión Iberoamericana”, y publica esta columna cada jueves en la multiplataforma de Reporte Índigo.

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