Haga un ejercicio estimado lector, piense en esto: ¿cuándo había existido un clamor popular para la renuncia de todos los consejeros del Instituto Nacional Electoral? Se les había acusado, sí. A Luis Carlos Ugalde se le quemó en leña verde e incluso adelantó su salida y la de otros consejeros, sí. Pero contra todos, denostando a toda la institución, dejando cuenta de ineficiencia para la fiscalización y para la correcta vigilancia de las elecciones. Haga el ejercicio, ¿Recuerda usted a ciudadanos, políticos y activistas todos unidos con ese fin? Está pasando en estos días.
La exigencia a Reyes Baeza
En los círculos políticos federales reclaman que José Reyes Baeza, el ex Gobernador de Chihuahua y actual director de ISSSTE renuncie para atender los problemas que lo rodean. Y es que nos aseguran que son decenas de denuncias por actos de corrupción en su contra que se documentan con frecuencia en medios de comunicación y redes sociales, ya en últimas fechas hasta en anuncios espectaculares. La exigencia es que renuncie y enfrente estas denuncias con las autoridades correspondientes. ¡Total, el que nada debe, nada teme!.
El que se lleva se aguanta
La lucha por el control del PRI en Chihuahua ya se puso de a peso.
En las próximas semanas se elegirá a un nuevo dirigente estatal y quien levantó la mano fue la senadora Lilia Merodio, que el martes mandó un oficio a la Comisión Permanente para pedir licencia. Peeeeero se topó con pared porque desde el CEN tricolor alguien instruyó a Emilio Gamboa para que bajara la solicitud de licencia de Merodio y así no pueda competir por la dirigencia estatal. Y si se preguntan quién fue, pues solo es cosa de recordar las múltiples ocasiones en que Merodio ha criticado a Enrique Ochoa y hasta ha pedido su destitución como presidente nacional del PRI. ¡No pues sí se llevan pesado!.
