Pedro Pablo Treviño tomó ayer protesta oficialmente como nuevo líder del PRI de Nuevo León.
El evento, que serviría de presentación del exdirector de la Lotería Nacional como dirigente tricolor, fue manchado por una trifulca que protagonizaron grupos de cetemistas antagónicos minutos antes del acto que encabezó Claudia Ruiz Massieu, secretaria general priista, ante la ausencia de Enrique Ochoa, líder nacional priista.
Ismael Flores, líder de la CTM, y el exdiputado federal, Abel Guerra, anoche se acusaban mutuamente de haber provocado el enfrentamiento entre sus seguidores que terminó con una docena de lesionados, daños en el hotel sede del evento tricolor y manchando la imagen del nuevo líder tricolor.
¿Qué pasó? Lo que siempre pasa en los eventos del PRI: los cetemistas de Ismael Flores trataron de acaparar lugares para asegurar porras a su líder, pero esta vez se toparon con los comerciantes de mercados y taxistas, exmilitantes de la central obrera que ahora están con Abel Guerra.
El desenlace todos lo conocemos: sillas al aire, golpes, patadas y muchos lesionados.
Más allá de quién provocó la bronca, lo ocurrido ayer exhibe la falta de operación política que tuvo el nuevo líder tricolor para poder anticipar esta bronca que opacó su presentación.
¿O será que nadie de su círculo le advirtió de las prácticas cetemistas que son históricas y de lo que podría pasar?
Hoy el nuevo líder tricolor tendrá que reinventarse, mostrar temple, darle la vuelta a la hoja y seguir adelante. No tiene de otra.
Alcaldes y su ‘Ley Bodrio’
Hay leyes al vapor, bodrios y luego en otro nivel más abajo se ubica la propuesta que presentaron ayer los alcaldes de AMA para reformar la Ley de Desarrollo Urbano del Estado.
Los ediles metropolitanos se oponen a la homologación de la Ley General de Asentamientos Humanos, aprobada en el Congreso federal, principalmente por un motivo: la nueva ley les quita facultades en materia de permisos, autorizaciones y vigilancias.
En otras palabras: los municipios pierden control sobre una de las principales áreas recaudadoras de “moches” y corrupción.
Es por eso que los alcaldes se oponen a la aterrización de la nueva Ley en Nuevo León.
La propuesta de los alcaldes, convenientemente, no retoma ninguna de las figuras que trae la ley federal y que son en beneficio para los ciudadanos como lo es la figura del procurador de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, que sería la máxima autoridad en el estado en materia.
Además de estar hecha al vapor, la propuesta de los ediles no toca puntos centrales como el derecho a la movilidad, la accesibilidad universal, el respeto a las áreas verdes, que están en la ley federal.
Dice Mauricio Fernández que fue una irresponsabilidad la aprobación de la ley federal.
No, señor alcalde, irresponsables han sido los alcaldes que bajo la figura del artículo 115 han provocado el caos urbano que existe en la ciudad.
