Pedro Joaquín Coldwell, Rosario Robles, Humberto Benítez y el árbol que da moras
Gonzalo N. Santos, el famoso “Alazán Tostado”, acuñó frases sobre la autoridad moral y el árbol de las moras.
Hay tres ejemplos que pueden ejemplificar la famosa frase del otrora cacique de San Luis Potosí, pues las actitudes que han mostrado revelan que, desde el gobierno, quieren seguir haciendo de las suyas con base en la soberbia, el influyentísimo y explotando el amiguismo.
Humberto Benítez Treviño, ya cayó. Si en un momento la hubo, la autoridad moral para estar al frente de la Profeco, desapareció.
El FaraónGonzalo N. Santos, el famoso “Alazán Tostado”, acuñó frases sobre la autoridad moral y el árbol de las moras.
Hay tres ejemplos que pueden ejemplificar la famosa frase del otrora cacique de San Luis Potosí, pues las actitudes que han mostrado revelan que, desde el gobierno, quieren seguir haciendo de las suyas con base en la soberbia, el influyentísimo y explotando el amiguismo.
Humberto Benítez Treviño, ya cayó. Si en un momento la hubo, la autoridad moral para estar al frente de la Profeco, desapareció.
Rosario Robles, como secretaria de Desarrollo Social, con antecedentes bastante raros, extraños y poco explicables, es otro caso del árbol de las moras, pero no de la verdadera moral.
-Su relación con el argentino Carlos Ahumada, involucrado en escándalos político-financieros, que nunca se aclararon bien a bien.
-Los recursos financieros (millonaria sobrefacturación desde el GDF) con los que hizo “el cochinito” para construir su futuro, tampoco tuvieron un seguimiento adecuado.
– Después del escándalo en que se involucró a la Cruzada contra el Hambre, se decidió que Rosario se maneje con bajo perfil, que el protagonismo aprendido en el sindicalismo universitario, lo deje para otra ocasión.
Y como en el beisbol, la señora Robles, está en 3 y 2. Otros aseguran que no cargará los peregrinos.
El escándalo reciente que exhibe carencias de moral o nos muestra una falsa moral, es la actitud de Pedro Joaquín Coldwell, quien como secretario de Energía, se entiende, debería ser un ejemplo a seguir. No es así.
Según la información publicada, los hechos hablan por sí mismos:
-“Por lo menos tres de las seis gasolineras que poseen en Quintana Roo el secretario de Energía Pedro Joaquín Coldwell y sus familiares, han sido multadas en el pasado por negarse a ser verificadas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), de acuerdo con informes de este organismo”.
Después viene el tráfico de influencias, el abuso de autoridad, el amiguismo y el compadrazgo. Es decir, todos los males que aquejan a la política nacional y al gobierno.
Continúa la nota informativa:
-“Desde hace seis meses, periodo que coincide con el inicio de la actual administración federal, las estaciones de servicio en las que tiene participación accionaria el titular de la Secretaría de Energía (Sener) no han sido objeto de revisiones o visitas de verificación por parte de la Profeco, según informes de esta dependencia”.
No estaría mal que Rosario, Pedro y Humberto, propusieran un homenaje y hasta un monumento al “Alazán Tostado”, creador de la frase: “La moral es el árbol que da moras.”
Gonzalo N. Santos, también tuvo otra: “ladrón que roba a bandido, merece ser ascendido”.
“Para qué sirve el fuero”
En sus memorias Gonzalo N. Santos aporta ejemplos y a partir de ello hizo escuela entre las diferentes generaciones de legisladores del país.
Uno de estos casos ocurrió en 1930, durante la campaña presidencial (si así se pudo llamar) de Pascual Ortiz Rubio.
En ese proceso hubo una serie de críticas del periodista Miguel Ángel Menéndez hacia el oficialismo que, suponían, era manipulado por “El Flaco” Hernández Cházaro, secretario particular de Ortiz Rubio.
En una ocasión, el reportero Menéndez coincidió en un vuelo con la comitiva oficial, integrada entre otros, por “El Alazán Tostado”.
Enterado de que en la misma nave viajaba el periodista, Gonzalo N. Santos, en sus memorias da cuenta de los hechos:
“ ¿Cómo? –le dije–. A este cabrón por qué lo mandarían en el mismo avión en que vamos nosotros’. ‘No sé’, me dijo. ¡Oí un grito que me dio la fiera que traigo dentro, más bien dicho, un rugido! Me paré y me fui hacia donde estaba Menéndez sentado y le dije: ‘¿Cómo se atreve usted a venir en el mismo avión en que venimos Melchor Ortega y yo después de habernos insultado y calumniado?’ Me dijo: ‘Yo no me refería a personas sino a un cuadro general, pintado y simbólico’. ‘Pues mire, cabrón –le contesté (esto era en pleno vuelo, por encima del mar) –, usted pintaría simbolismos, pero yo le voy a pintar la cara a chingadazos’, y le empecé a pegar fuetazos en la cara y en la cabeza con toda la ira de mi cuerpo…
‘…¿Con qué carácter me va usted a fusilar?’/ ‘Con el carácter de diputado’ –le contesté– para algo me ha de servir el fuero’…”
De ahí que no extraña lo que ocurre con la Lady del Senado (Luz María Beristáin); la falta de transparencia en el manejo del presupuesto en ambas Cámaras, así como los escándalos protagonizados por:
-El Diputado priista José Rangel Espinosa, con su charola de legislador puesta como placa en su auto Mercedes Benz.
-El entonces presidente de la Mesa Directiva del Senado, Ernesto Cordero Arroyo, en la compra de varios vehículos por más de 30 millones de pesos…
Como diría “El Alazán Tostado”: “para algo me ha de servir el fuero”.