De acuerdo a las normas de regulación internacionales, deberíamos de tener en la Zona Metropolitana de Monterrey mil 700 hectáreas más de espacios públicos gratuitos, es decir, de parques urbanos.
Pero nuestros parques, los poquitos que hay, se han convertido en los últimos años en negocio de particulares, en negocios de unos cuantos, y en productores de dinero, en lugar de tenerlos como la gran salvación de la ciudad contra la contaminación, contra la erosión social, y sobre todo para combatir el pandillerismo y la violencia urbana.
Los parques son como el gran remedio, repito, de las grandes ciudades: a más parques, mejor calidad de vida.
Antes que se fuera el exgobernador Jaime Rodríguez “El Bronco” inauguró, con una inversión de 130 millones de pesos, el Parque Libertad. Pero ¡oh sorpresa!, esas 16 hectáreas ya están siendo amenazadas por los mismos de siempre, que se están quedando con nuestros espacios públicos sin dejarles a nuestros niños, a nuestros hijos y a nuestros nietos dónde recrearse, dónde jugar, dónde respirar libremente.
Ese parque está junto a lo que era el Penal de Topo Chico, son 16 hectáreas en una zona sumamente deprimida, y el parque da lástima, es el reflejo de todos los parques de los 11 municipios conurbados: abandonados, sin presupuesto, pero sobre todo sin una supervisión constante.
Entonces, nosotros hacemos un llamado a las autoridades para que empiecen a rescatar nuestros parques urbanos. Que nuestras plazas públicas se conviertan en espacios verdes, llenos de vida y llenos de salud.
Hasta la próxima.
Twitter: @GMtzBerlanga