Para los desmemoriados…

La época de la Guerra Fría

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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La época de la Guerra Fría

Después de la Segunda Guerra Mundial, Londres recoge la estafeta para organizar los Juegos Olímpicos más austeros de la historia, apenas habían transcurrido tres años de la sangrienta, dolorosa y miserable destrucción de Europa por los propios europeos, de las cenizas surge la Inglaterra invencible más poderosa que nunca y del espíritu surgido de la personalidad de Winston Churchill, a quien los propios ingleses después le dan la espalda y lo votan de la oficina del Primer Ministro, toma lo que para muchos resultó ser una osadía y para otros un cachetadón al Imperio japonés…

Los juegos del 48

Japón debió organizar los Juegos de 1940 pero esta estúpida Guerra Mundial, finalmente todas la guerras son estúpidas e insensibles, lo impidió, de tal manera que el olimpismo recurrió al país símbolo de la defensa de los aliados, el país que nunca se doblegó y que a pesar de los bombardeos malditos de los nazis, que después fueron devueltos por parte de los propios aliados multiplicados por 10 y hasta por 20, pero esto es otra cosa, Inglaterra organiza los Juegos de 1948 justamente cuando arrancaba la GUERRA FRÍA, en donde el mundo una vez más se dividió en dos, los del Bloque Socialista y los demás, aparentemente protegidos bajo el paraguas de Estados Unidos e Inglaterra, aunque para ser exactos, unos años después saldrían por debajo de las coladeras los llamados países del Tercer Mundo, en donde nos incluimos nosotros, los que no cabíamos en ninguna de las dos esferas ya para los años 60.

Al Movimiento Olímpico le correspondió entonces tomar su turno en este enfrentamiento de las dos grandes potencias.

Estados Unidos y la Unión Soviética

Y no había más, los de Bloque Capitalista enfrentando a los del Bloque Socialista y de esta manera la GUERRA FRÍA se trasladó de los escenarios políticos y económicos a las duelas de basquet y a las canchas deportivas por todo el mundo. El olimpismo no fue ajeno, de tal manera que cada vez que un equipo soviético enfrentaba a uno norteamericano era una guerra en chiquito y para ir más allá luego vino…

La bota soviética

Que reprimió cualquier intento de libertad por parte de los países a la que la suerte echada a los dados les obligó a permanecer en su esfera y me refiero a Hungría, Checoslovaquia, Polonia y hasta Yugoslavia, más allá de las fronteras de la Unión Soviética que había absorbido a Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Georgia, Lituania, Letonia, Estonia y a muchos más. Recuerdo bien los enfrentamientos entre soviéticos y checos, que aquí si la guerra no era chiquita, terminaban dándose golpes y con el deseo de que en la esgrima no existieran los chalecos protectores, cada triunfo de un húngaro, un checo o de un yugoslavo sobre un soviético era considerado un triunfo político y más adelante cuando venía…

La inminente caída del muro de Berlín

Vino la reacción de los países metidos en la Unión Soviética y así un campeón como Sergei Bubka portaba dentro de su ropa una bandera amarilla y azul, que después entendimos que era la bandera ucraniana, a pesar de que el himno que escuchábamos en los estadios era el hermosísimo himno de la Unión Soviética.

Cuando vino abajo el Muro de Berlín muchos entendieron las causas y las razones que hoy parecen olvidadas y dentro de todo esto hoy países como España o la Gran Bretaña presenta a través del Movimiento Olímpico intentos para marcar sus propias identidades dentro de las propias provincias locales, Cataluña o el País Vasco por los españoles, Escocia y Gales por los británicos, por decir lo menos.

Así las cosas pues, el Movimiento Olímpico ha ido siempre adelante en el tema de la defensa de las identidades y hasta de las minorías, hoy me quedo sin duda con este sentir, ya que los tiempos son así, somos muy ingratos y nos acordamos de lo de ayer y no de lo de antier, estamos en la víspera del arranque de los que van a ser considerados los mejores Juegos Olímpicos de la historia, de eso no me cabe duda, pero no estaría mal que el propio Movimiento Olímpico recordara su historia, sus raíces y todos aquellos que dieron mucho más de sí y más allá de las pistas y las competencias… Así de fácil.

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