Media hora de halagos y aplausos se llevó ayer Raúl Cervantes cuando se anunció que pediría licencia como senador para ser el nuevo procurador general de la República. Senadores de todos los partidos le expresaron su admiración y apoyo por haber trabajado por las grandes reformas aprobadas del 2012 a la fecha. De plano, Emilio Gamboa, el coordinador de los priistas, le dijo que si por él fuera no le concedía la licencia, pero entendía que debía irse. Al final, los congresistas no escatimaron en dar abrazos y un aplauso de pie al (casi) nuevo procurador. Eso sí, en corto más de uno bromeó con la necesidad que hay no sólo de reconocer la labor del senador con licencia, sino de quedar bien con quien llevará las riendas de la justicia del país… ¡No vaya siendo!
¿Cuántos discursos?
Triple, cuádruple, quíntuple. No sólo hay doble discurso en el PAN. El lunes el expresidente Felipe Calderón hizo en Twitter una alegoría de los buenos principios de su partido en pos de la unidad.
Pero, ¿recordará Calderón cuando se fue con todo tras de Manuel Espino e impuso a Germán Martínez? Después de eso, Espino renunció a su larga carrera partidista. ¿Eso fue proyecto personal o de partido? Ojalá lo explique en su cuenta de la red social el exmandatario.
La tensa calma
¿Ya se dio cuenta, estimado lector, que hemos vivido en los últimos días y probablemente en los próximos una calma en los aquelarres políticos que acostumbra el país? Pues es que será cosa de días para que ese apaciguamiento se rompa. ¿Por qué? Pues porque ya viene la negociación del Presupuesto de Egresos para el próximo año y ahí es en donde volverán los dimes y diretes. Así que no crea que es cosa de madurez política de los partidos, lo que pasa es que andan ocupados viendo qué es lo que van a pelear en la negociación, que se espera muy aguerrida, en la Cámara de Diputados.
