No cabe duda que la victoria es como un tiro de escopeta que genera miles de reacciones que van desde las más sobrias y maduras, hasta las que parecen taparlo todo, incluso errores, defectos, formas y hasta resultados engañosos.
Es en ocasiones más dañina que el virus del ZIKA cuando no se puede, no se quiere o, peor aún, no se sabe analizar a profundidad y con objetividad.
Le pasó a Osorio
El “científico del FUT” llegó a la Copa América con el pecho inflado de orgullo por esos más de 20 juegos sin conocer derrota, pero también sin autocrítica, ocultando o no queriendo ver el desarrollo del partido, sino solo el muy conveniente resultado para el discurso fácil.
Esos muchos minutos sin recibir gol, esos muchos jugadores que pasaron por su LIBRETITA y sus ROTACIONES CIENTÍFICAS suponiendo que “ese” era el camino y el sistema para dirigir una Selección Nacional, a la que acuden los mejores jugadores pero con muy poco tiempo para adaptarse. Ya en Copa América nuestro técnico nacional no supo, no quiso o no pudo descifrar que ante Uruguay el triunfo se da hacia el final más por lo individual que por lo colectivo, en donde los nuestros nada más no podían.
Ahí se envenena del “ZIKA-FUT” y mantiene la teoría más complicada que las de Einstein hasta que, a jalones o tirones llegamos a las Semifinales, en donde los chilenos que nos tenían más que medidos, nos pasan por arriba.
La lección está ahí, en todo el planeta las grandes selecciones como Alemania, España, Francia, Argentina, Brasil, Holanda y las medianas como Portugal, Bélgica, Colombia (país de origen de J.C. Osorio) tienen un cuadro base que no se mueve, salvo lesión o baja de juego o surja alguien que supere al considerado titular.
¡Aguas Palencia!
Quienes vimos (¡GRACIAS TELE NORMAL!) el Pumas–Chivas, nos encontramos con un juego dormilón, parejo en la pelea por la media cancha, por ahí algunas llegadas sin consecuencias y tirándole a un 0-0 insulso, hasta que llega aquella jugada en la que JAIR Pereyra, o no confía o no se habla con su arquero Rodolfo COTA, para clavarle un golazo en propia portería, autogol en el que no interviene NADIE de Pumas.
Al final del juego el “GULLIT” falla espantoso un penal que hubiera equilibrado en el marcador lo que ocurría en la cancha, cierto, ganar es el objetivo y Pumas se lleva los tres puntos, solo que el flamante técnico universitario se va de bruces con esas declaraciones que solo él se va creyendo, de entrada se vale soñar y darle fuerza a su debut en Primera:
“No podía tener un mejor debut que éste, en un marco memorable. Chivas es un gran rival, juega muy bien al futbol, nosotros entrenamos muy bien y sólo me queda agradecer a los jugadores, a la directiva, a la afición, a todos los que son Pumas de este gran momento…. Ni soñando podía haber imaginado esto. Esto no es casualidad, ellos son un gran equipo, pero nosotros hicimos una buena pretemporada pese a lo corta que fue”.
¡Ahí era, ‘Paco’!
A lo anterior “Paco” añade: “El equipo rival por momentos tomó la iniciativa, suele pasar, pero tenemos que ver cómo lo componemos. La dosis de fortuna siempre existe en el futbol, pero también tiene mucho que ver que la provoques.
“Si no hubiéramos jugado a la espalda, a lo mejor Jair no se hubiera equivocado”.
Y cuando todos esperábamos la dosis de “UBICATEL” en la que acepte que su equipo no fue capaz de generar jugadas de gol, que esa suerte a la que se refiere y que no es más que los DOS errores del rival, fueron las que le regalaron la victoria, el “rockero” del fut se queda embelesado con “su” resultado, mensaje equivocado hacia adentro y hacia afuera.
Así las cosas pues, Pumas saca tres puntos que le entregan oxígeno puro para trabajar en “esos” temas y mejorar sistema y juego de cancha, cierto estamos en la fecha uno, pero la victoria sin autocrítica suele ser más venenosa que el zika.. Así de fácil.
