Ninguna ausencia pesó tanto en la sesión del Consejo Nacional de Movimiento Ciudadano (MC) celebrada este fin de semana como la del gobernador electo de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, quien es uno de los pocos integrantes del llamado “Grupo Jalisco” de ese partido que continúa teniendo una buena relación en términos generales con su dirigente Dante Delgado Rannauro.
Ante las recientes críticas que volvió a lanzar el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, sobre la forma en que continúa siendo dirigido ese partido a nivel nacional, no sorprendió tanto que las mujeres y hombres emecistas que conforman su grupo político desairaran abiertamente la sesión del Consejo Nacional, pero sí que también lo hiciera Lemus Navarro.
El ahora gobernador electo de Jalisco siempre ha mantenido un margen de autonomía dentro del “alfarismo”, lo que inclusive ha llegado a ocasionarle problemas severos con otros de sus correligionarios naranjas.
Además, durante la competencia de “corcholatas” de MC Jalisco para determinar quién sería su candidato o candidata por la gubernatura, Lemus Navarro siempre fue, desde el primer momento, la opción elegida por Delgado Rannauro.
Lemus Navarro suele asumirse como un político dialogante interesado en tender puentes entre las partes en conflicto antes que en dinamitarlos, con un perfil conciliador parecido al que también ha forjado el senador por Jalisco, Clemente Castañeda Hoeflich.
Por eso, al tener esto en consideración, y que difícilmente Lemus Navarro accedería a que se le impusiera algo así como una prohibición para asistir a encuentros nacionales del partido como el celebrado este 22 de junio, lo que sugiere su notoria ausencia del Consejo Nacional es que, en efecto, hay algo que también él está percibiendo en la conducción del partido que lo está haciendo alejarse del mismo, o al menos de su cúpula nacional.
Evidente descontento
La inasistencia absoluta de todos los integrantes del Grupo Jalisco de Movimiento Ciudadano a dicho encuentro, tanto los “alfaristas” de “hueso colorado” como Lemus Navarro y su aliado cercanísimo, Juan José Frangie Saade, quien repetirá como alcalde de Zapopan, hace evidente que la inconformidad de los jaliscienses ante Delgado Rannauro sigue aumentando, muy probablemente teniendo como causa principal el ninguneo con el que ha venido tratando a las bases emecistas de Jalisco.
Ante estos desencuentros con Delgado Rannauro e inclusive con el gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, en Jalisco se continúan avivando las especulaciones sobre un posible rompimiento definitivo del Grupo Jalisco con miras a la próxima conformación de un partido político local propio.
No obstante, lo mismo llegó a trascender durante el año 2023 cuando la descomposición de esta relación entre polos de poder naranjas alcanzó niveles extremos.
¿Estaremos presenciando, ahora sí, el comienzo del fin, o estas diferencias persistentes al interior del partido volverán a distenderse como ya ha ocurrido antes?