Olinia, nuevo proyecto de la 4T

El Gobierno de México va por el desarrollo de Olinia, el primer proyecto nacional para fabricar minivehículos eléctricos, con el objetivo, dicen, de mejorar la movilidad urbana, reducir las emisiones contaminantes y ofrecer una opción de transporte más económica y accesible para la población.

Muchos aspectos podrían entrar aquí, porque no solo renovando el parque vehicular es como se logra combatir, todo eso que justamente quieren combatir.

Olinia podría parecer una propuesta innovadora, pero el punto fundamental es analizar si el segundo piso de la Cuarta Transformación (4T) tiene la necesidad y sentido de apostar por esos vehículos que quieren presentarlos como la solución a los problemas de contaminación del país, incluso a los de tráfico y a los de difícil acceso a un vehículo para quienes se dedican al comercio.

Este proyecto representa una apuesta por la innovación tecnológica y el fortalecimiento de la industria automotriz mexicana, integrando esfuerzos del sector público, privado y académico.

Y aunque no se dice, también se podrían fortalecer los incentivos para aquellos que quieran adquirir de otra marca.

Olinia se plantea como una armadora nacional con un modelo de asociación público-privada, enfocada en producir vehículos que atiendan necesidades específicas de movilidad en las ciudades.

Modelos

Inicialmente se desarrollarán tres modelos: un vehículo para uso personal, dirigido a jóvenes, familias y usuarios que actualmente optan por motocicletas; otro destinado a la movilidad de barrio, que servirá como alternativa segura y cómoda a los mototaxis; y un vehículo diseñado para entregas de última milla, enfocado en la logística del comercio electrónico y los servicios de reparto.

Eso sí, no se habló de detalles de seguridad, hoy hay vehículos que se venden en México con muchos problemas en las normas que están obligados a cumplir.

Los modelos se dice, tendrán un precio estimado entre 90 mil y 150 mil pesos, dependiendo de las características de cada uno, y estarán disponibles a través de planes de financiamiento que los hagan accesibles a más personas.

Plataforma modular

¿Subsidiados?, seguramente así será, pero la base tecnológica del proyecto, comentan, será una plataforma modular multipropósitos, lo que permitirá diseñar un chasis, motor, tren motriz y batería comunes para los tres modelos.

Esta estrategia optimiza los costos de desarrollo y producción, al tiempo que garantiza versatilidad en el diseño de los vehículos. Además, se busca maximizar la integración de componentes nacionales en el proceso de fabricación, fomentando la participación de proveedores locales y reduciendo la dependencia de insumos extranjeros.

Para el desarrollo de Olinia, el gobierno ha asignado un presupuesto inicial de 25 millones de pesos, que será utilizado en el diseño y prototipado de los vehículos. Este trabajo estará a cargo de equipos de investigación y desarrollo del Instituto Politécnico Nacional y el Tecnológico Nacional de México, instituciones que han sido seleccionadas.

Paralelamente, estas instituciones realizarán un análisis de mercado, y veremos el desarrollo del plan de negocios que propondrán en un anteproyecto para la instalación de plantas armadoras en distintas regiones del país.

Los costos de todo lo anterior ya lo veremos, pero la inversión tiene que ser importante por los detalles del vehículo que se quiere fabricar.

¿De dónde saldrán esos millones? Una de las características distintivas de Olinia, presumen, será su enfoque en la descentralización de la producción.

En lugar de concentrar la fabricación en una sola planta, proponen la creación de armadoras regionales que puedan atender la demanda local, reduciendo los costos de transporte y facilitando la distribución de los vehículos.

Transición energética

Esto permitirá que el precio final sea más competitivo y que las comunidades participen directamente en el proceso de producción.

El proyecto también está diseñado para fomentar la transición energética en México, contribuyendo a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y al cuidado del medio ambiente.

Los vehículos eléctricos de Olinia serán de cero emisiones, silenciosos y con costos de operación significativamente menores en comparación con los vehículos de gasolina.

Además, se planea equiparlos con baterías de litio y sistemas de carga compatibles con enchufes convencionales, lo que facilitará su adopción por parte de los usuarios.

¿Qué ha pasado con LitioMx?

El desarrollo de Olinia también busca consolidar un ecosistema de innovación tecnológica en México, promoviendo la transferencia de conocimientos entre el sector académico, el gobierno y la industria privada.

Este modelo incluye destinar un porcentaje de los ingresos obtenidos al financiamiento de proyectos de ciencia y educación, fortaleciendo la infraestructura científica del país y promoviendo un desarrollo sustentable e inclusivo.

El diseño de los vehículos eléctricos es solo el inicio de una estrategia más amplia que busca posicionar a México como un referente en la producción de tecnología limpia en América Latina.

Este esfuerzo incluye la creación de una planta piloto para la producción de vehículos ligeros y el desarrollo de capacidades locales en ingeniería automotriz.

Con Olinia, el Gobierno mexicano busca no solo resolver los retos actuales de movilidad urbana, sino también sentar las bases para una industria automotriz nacional competitiva, alineada con las tendencias globales de sostenibilidad y eficiencia energética.

¿Lo logrará?, veremos, pero Olinia se unirá a los proyectos emblemáticos de la 4T, como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, Mexicana de Aviación, la vacuna Patria, y los que se acumulen en el futuro.

Voz en off

Sin pena ni gloria, Héctor Orellana está a punto de dejar la presidencia de la Asociación Mexicana de la Industria de Dispositivos Médicos.

Deja a su paso retos a este gremio, del que se quiso presumir prosperidad y grandeza, pero que no logró consolidar sus proyectos, mucho menos en aquella reunión donde se quiso presumir un acercamiento afectuoso con la 4T.

En repetidas ocasiones afirman que viene lo mejor para la industria de dispositivos médicos y algunos de sus miembros lo siguen esperando.

Eso sí, mal asesorados en comunicación e imagen sí están, y ya ni hablar de los que se les han vendido como expertos en “comunicación corporativa”, esos van repitiendo errores del pasado…

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