La política económica anunciada llevará al desarrollo industrial de una fuente de movilidad baja en carbono para buena parte de los bolsillos del país. Foto: Especial

Olinia: propuesta de política económica

El crecimiento global del mercado de vehículos eléctricos, especialmente entre Tesla y BYD, impulsa una propuesta de política económica en México

El crecimiento del mercado de vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés), en occidente lleva al menos un par de años en las principales notas de los periódicos a nivel mundial.

La competencia entre Tesla y BYD por quién vende más autos es un hecho relevante, no únicamente en el mundo de los negocios, sino por sus implicaciones geopolíticas y en las reflexiones gubernamentales, nutriendo la discusión sobre la forma en que las economías y sus empresas pueden y deben crecer.

Influencia de China

En esta disputa debe subrayarse la experiencia que tiene China en el desarrollo tecnológico para los EV; con un gobierno central que ha tomado decisiones para orientar fuertes niveles de inversión.

Así es que, con más de dos décadas de experiencia, este país lleva tiempo implementando un serio proyecto de movilidad baja en carbono.

En 2001, la tecnología de vehículos eléctricos se introdujo como un proyecto prioritario de investigación científica en el Plan Quinquenal de China, el plan económico más relevante del país.

Competencia con EEUU

El avance de Tesla en este sector también está relacionado con préstamos del Gobierno estadounidense y beneficios fiscales a los consumidores de EV, tanto en Estados Unidos, como en otros países, europeos principalmente.

Aunque Elon Musk a veces minimiza este apoyo, los registros públicos muestran que su empresa ha tomado diversas ayudas a lo largo de su historia.

Sin entrar en mayor debate sobre los resultados y el papel del gobierno, lo cierto es que, tanto en China como en Estados Unidos, las administraciones son partícipes del fomento a la industria, solo que, en el caso de los vehículos chinos, se tiene tecnología de punta con costos accesibles a la población, y para el caso de Tesla, no hay versiones para todos.

Regalo de Reyes

De ahí, la relevancia de la noticia anunciada en la conferencia matutina de ayer, en la que el regalo de Reyes Magos para la población fue nada más y nada menos que el desarrollo industrial de una fuente de movilidad baja en carbono para buena parte de los bolsillos del país, donde se coordinará el gobierno, academia y seguramente alguna parte del capital privado, para lanzar en el corto plazo una versión mexicana de vehículos eléctricos.

Es una política económica con miras al desarrollo tecnológico nacional, con generación de empleos en un sector con salarios atractivos y que está aprovechando el boom mundial, además de que se convierte en un camino tangible para que en el mediano plazo podamos comenzar a sustituir el parque vehicular de combustión interna por transporte eléctrico.

Esta política debe también ser entendida bajo la lupa de un potencial crecimiento de la industria del litio en el país.

Sobre esta consideración, se podría pensar en una industria completamente integrada, desde las baterías, hasta el automóvil.

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