Ochoa en el PRI

Justo cuando en los pasillos del PRI y del Congreso de la Unión empezaba a sonar fuerte que vendrían cambios en el gobierno federal derivado de lo que le pasa al PRI, que se suelta en todas partes que Enrique Ochoa, director de la Comisión Federal de Electricidad, es quien más fuerte suena para ir a tomar las riendas del partido.

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Justo cuando en los pasillos del PRI y del Congreso de la Unión empezaba a sonar fuerte que vendrían cambios en el gobierno federal derivado de lo que le pasa al PRI, que se suelta en todas partes que Enrique Ochoa, director de la Comisión Federal de Electricidad, es quien más fuerte suena para ir a tomar las riendas del partido. Y contrario a lo que se quiso imponer en redes sociales de que sería rechazado por los priistas de hueso colorado, resulta que entre exdirigentes, senadores, diputados y la propia directiva del partido ven con buenos ojos que Ochoa, militante desde 1991, llegué a las oficinas de Insurgentes Norte, en donde todavía quieren entender qué pasó el pasado 5 de junio.

Alarma en el IMSS

Y que sale a la luz pública un nombre en el entramado que organizaron las empresas Instrumentos y Equipos Médicos Falcón, de Noé Ramírez, e Impromed, de Fernando Cheín, presuntamente en complicidad con David Palacio, director de Administración del IMSS, y que para su desgracia heredó el actual director Mikel Arriola. Se trata de Agustín Amaya Chávez, excoordinador de Adquisiciones y Contratación de Servicios del Seguro Social. Este exfuncionario tenía bajo su responsabilidad la contratación de los cuestionados servicios integrales, hoy investigados por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).

Durante su gestión se consolidó el crecimiento de Falcón e Impromed,  nos aseguran que con resultados muy positivos para él, pero negativos para las instituciones de Salud del país, ya que facilitó que estas empresas impusieran sus condiciones. A ver qué hace la Comisión Federal de Competencia Económica en este caso que tiene muchos indicios de corrupción.

Luto en festejo

Apenas había cumplido 93 años el Zoológico de Chapultepec y, en lugar de celebrar con manteles largos, resulta que se tendrá que hacer un luto por la muerte del gorila Bantú. Todo apunta a que la falla cardiaca de la muerte de este enorme gorila de más de 200 kilos de peso fue por un error al adormecerlo para su traslado a Guadalajara. Ojalá que se aclaren las verdaderas causas y, si las hay, se finquen responsabilidades. Uno de los mayores atractivos del Zoológico de Chapultepec está muerto.

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