El presente político entre Claudia Sheinbaum y Alfaro Ramírez aleja a Jalisco de la agenda de prioridades para el próximo Gobierno federal. Foto: Especial

Redes de Poder GDL: Un occidente sin Jalisco

Resulta comprensible que Sheinbaum Pardo decidiera aplazar las reuniones con el gobernador electo de Jalisco, Pablo Lemus Navarro

Aunque persiste como una incógnita la razón por la cual la futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, decidió excluir al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, de la reunión que sostuvo ayer con las y los mandatarios del occidente del país, lo único cierto es que el gobernador guanajuatense, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, recibió ese mismo trato.

Resulta comprensible que Sheinbaum Pardo decidiera aplazar las reuniones con el gobernador electo de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, hasta en tanto los tribunales federales resuelvan de forma definitiva las impugnaciones que ha promovido contra los pasados comicios la excandidata de Morena por la gubernatura, Claudia Delgadillo González.

Este aplazamiento no solo parece prudente ante la posibilidad, por remota que pudiera ser, de que los tribunales determinaran, como lo demandan los morenistas, anular las pasadas elecciones para celebrar otras nuevas; además de que le viene muy bien a la causa que defiende su correligionaria en el ámbito jalisciense: Delgadillo González.

Encuentro cancelado

Sin embargo, lo que resulta difícil de entender es que también se haya cancelado la posibilidad, al menos por ahora, de que se concretara un encuentro entre Sheinbaum Pardo y el gobernador en funciones de Jalisco, Alfaro Ramírez, a quien aún le restan algunos meses por delante teniendo las riendas de uno de los estados más relevantes del país en ámbitos como la economía y el sector agropecuario.

¿Cuál es el motivo que llevó a que Alfaro Ramírez quedara fuera de la reunión celebrada por la futura mandataria federal ayer? Esta interrogante ha suscitado una gran especulación en el entorno jalisciense, sin embargo, es claro que, en realidad, nadie tiene certeza al respecto: que si Sheinbaum Pardo guarda algún tipo de molestia contra el jalisciense por alguna afrenta desconocida; que si lo hace como una muestra pública de su total respaldo para las impugnaciones judiciales de Delgadillo González; que si el disgusto provendría del mismísimo presidente López Obrador… Las posibles interpretaciones son infinitas.

Proyectos en puerta

Lo que sí puede asegurarse, no obstante, es que este alejamiento, quizá solo momentáneo, entre Sheinbaum Pardo y el gobernador Alfaro Ramírez, son malas noticias para Jalisco y su agenda de prioridades en todos los sectores.

La señal no es buena tampoco para los proyectos de infraestructura que se mantienen actualmente bajo desarrollo, y que requieren de la colaboración federal, particularmente la Línea 4 del Tren Ligero en la metrópoli tapatía.

Otra cosa puede destacarse con la mera observación, y tampoco resulta halagüeño ni esperanzador: el hecho de que Rodríguez Vallejo, gobernador de Guanajuato, también tenga por ahora el paso restringido hacia la futura presidenta de México, considerando que el panista despierta verdadera animadversión entre los morenistas. ¿Estarán calificando de la misma manera al gobernador jalisciense?

Lo que sí puede asegurarse, no obstante, es que este alejamiento, quizá solo momentáneo, entre Sheinbaum Pardo y el gobernador Alfaro Ramírez, son malas noticias para Jalisco y su agenda de prioridades en todos los sectores.

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