Obesidad o desnutrición

México está con dos grandes problemas que parecerían contradictorios: el hambre y la obesidad.

Por un lado gasta millones de pesos y cada día le costará más el problema derivado de la obesidad en su población, dado que no sólo conlleva a la diabetes, sino también a problemas en el trabajo, hipertensión, entre otros.

Y por otro lado, este país tiene desnutrición y hambre que aquejan a millones de personas.

Tatiana Clouthier Tatiana Clouthier Publicado el
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México está con dos grandes problemas que parecerían contradictorios: el hambre y la obesidad.

Por un lado gasta millones de pesos y cada día le costará más el problema derivado de la obesidad en su población, dado que no sólo conlleva a la diabetes, sino también a problemas en el trabajo, hipertensión, entre otros.

Y por otro lado, este país tiene desnutrición y hambre que aquejan a millones de personas.

Ha sido claro que el primer problema ya lo atienden desde el sexenio anterior, en donde el IMSS ha venido realizado una gran campaña publicitaria y de acción para concientizar a la gente de la salud, de la medida de su cintura y de la calidad de los alimentos que ingiere. 

También las asesorías que se dan en los centros de salud y la página de internet  son importantes. 

Sin embargo, l@s legislador@s no se animaron y dieron reversa a la ley que prohibía los alimentos chatarra en las escuelas, so pena de perder popularidad con los grandes donantes de dinero para las campañas de sus candidatos en las elecciones que se presentan cada año en distintos estados.

En la otra esquina está el hambre que se tiene en muchos rincones del país y que hoy en día nos lo anuncian en la televisión, como para informarnos de alguna novedad, cuando este problema es por de más conocido.

Lo sorprendente y que segura estoy apoyarían muchos, sería dejar de sacar el dinero y eficientar los programas públicos destinados a esta tarea, y también bajar los costos de publicidad gubernamental y de imagen personal para dedicarlos de lleno a realmente atender el tema. 

Bien decía la recién muerta Margaret Tacher, La Dama de Hierro, que ella no tenía que estar repitiendo que era una dama.  

A ver si entiende el gobierno federal que su mejor promoción sería el trabajo para alimentar esas bocas, en lugar de anuncios que buscan dar lástima, o provocar las lágrimas falsas de algunos y las reales de quienes sí sienten el dolor ajeno.

Y hablando de hambre, no está por demás mencionar al PAN, pero al partido, que parece desnutrido de militancia y perdido de rumbo.  

Ante lo cual un grupo de gobernadores de primera generación, como lo llamó Ernesto Ruffo, han salido a hacer un llamado para reconectarse con la ciudadanía.  

La propuesta de éstos es maravillosa, sin embargo los vicios ya tan enraizados en una gran parte de sus militantes es tal, que parece difícil meter reversa.  

Por poner un ejemplo, se tiene el caso de Nuevo León, en donde están a punto de elegir nuevo Consejo estatal, y este medio ha hecho público todo el cochinero del que se valen para lograr cada voto: manipulación de puestos pagados, compromisos y promesas futuras, además de lo que falta por verse  el día “D”, porque en ocasiones hasta se ha repartido dinero en los baños.

Le deseamos buen futuro a Ruffo y compañía por el sólo hecho de que nuestro país necesita de los contrapesos, que son necesarios.

Aunque es cierto que ellos no supieron hacer lo correcto cuando estuvieron allí, dentro del gobiernos federal.

Con todo esto que sucede no cabe la menor duda que cada día se ve más claro que la reelección y las candidaturas independientes son una urgencia en México.

PS.  Quiero comentar que en mi artículo pasado escribí sobre la partidización de los consejos y participación ciudadana de San Pedro. Me enviaron información de los mismos y efectivamente, los porcentajes de panistas han bajado, además del reto de que en los pasillos se maneja que esa área está en entredicho.

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