El Parque Fundidora, cuyo presidente del Consejo de Administración es Bernardo Bichara, tiene por lo menos dos años sin pagar el impuesto del 7 por ciento al municipio, por la venta de bebidas alcohólicas en los festivales de música que se realizan en el lugar, nos aseguran.
No solo este organismo público descentralizado evade estos impuestos, sino que se niega a pagar el servicio de tránsito que ofrece el municipio para agilizar la vialidad, es decir, el Parque Fundidora recauda millones, pero no quiere ser responsable con sus obligaciones fiscales.
Pero eso sí, se han aprobado un aumento exponencial la nómina con la creación de nuevas direcciones en este parque y, claro un crecimiento de personal con sueldos muy atractivos, sin aun saber el costo del servicio de los asesores para este ente.
Por cierto, que tan mal están los tratos a organizadores de eventos masivos, que Ismael Montoya, organizador del Machaca Fest no lo realizará en el Parque Fundidora este año, sino en el estadio de beisbol Monterrey.
Sin duda, la falta de pago de impuestos por parte de este organismo será un tema que no puede dejar pasar el alcalde electo de Monterrey, Adrián de la Garza.
La negligencia de Mauricio Moncada
El recientemente creado Fideicomiso de Desarrollo Urbano (Fideurb), a cargo de Mauricio Moncada Santoyo, quedó exhibido como un aparato negligente ante las lluvias que dejó la tormenta Alberto.
Nos aseguran que este fideicomiso, a través del cual se realizó la construcción del estacionamiento y la ciclovía en la Huasteca, lo hizo sin actualizar la Manifestación de Impacto Ambiental en la zona de alto riesgo hidrológico que quedó plasmado con las lluvias.
Los millones que se utilizaron en estas obras prácticamente fueron tirados a la basura, pues quedaron destrozadas por las lluvias, lo que deja claro que los funcionarios, sean de cualquier fuerza política, no aprenden la lección.
Solo falta que este fideicomiso quiera reconstruir el estacionamiento y la ciclovía con el reciente antecedente, o quizás entre en los proyectos de reconstrucción, ahora que se emitió la declaratoria de emergencia en búsqueda de recursos federales.
Pareciera que la actual administración estatal de Samuel García va por el mismo camino, y ya plantea otra presa rompe picos en la Huasteca, con la intención de secar el Río Santa Catarina, un lecho al acecho de la privatización.