La victoria de Juan Manuel Márquez el sábado pasado de la cual todos hemos visto, vuelto a ver, disfrutar, y de la que en redes sociales se ha hecho una burla, a la cual tuvo que salir al paso el propio Márquez porque ese es el estilo nuestro, dicharachero, bromista, si bromeamos con la muerte lo podemos hacer con muchas otras cosas; pero la realidad es que sostengo lo que dije no solamente al calor de la pelea o inmediatamente después con la gente que en la MGM ARENA me cuestionaba, me preguntaba y que publicamos en este mismo espacio, ahora ya con la cabeza fría y después de analizarlo ratifico lo dicho…
La más grande victoria del boxeo mexicano
Es la de Juan Manuel Márquez sobre Manny Pacquiao por muchas circunstancias. Sin embargo, esto no lo hace ser el boxeador más grande de la historia en México, para mi este sigue siendo Julio César Chávez. Pero platiquemos acerca de esta victoria de Márquez sobre Pacquiao.
Ganarle en las condiciones en que se enfrentó Márquez durante cuatro peleas ha sido una hazaña monumental, si tomamos en cuenta que en la primera pelea hace ocho años se dio una decisión dividida a pesar de las tres caídas en el primer round del propio Juan Manuel.
La segunda y tercera generaron victorias para Pacquiao muy polémicas, sobre todo el robo de la tercera, lo que significa que entre los dos no había un ganador claro, por esto se pactó la pelea número cuatro en la cual si ustedes observan round por round y las papeletas de los jueces así lo avalan, la pelea venía muy pareja; y si se hubiera ido a la decisión probablemente Pacquiao se la llevaría por la inercia que traía la pelea, de ahí que el golpe contundente que no fue un churrazo, ni un voladozo, ni un golpe aleatorio sino una reacción bien pensada de Juan Manuel en la gran concentración producto de esa gran fuerza mental que tiene, avalada por su extraordinaria técnica y preparación absoluta al 100 por ciento, no creo que podamos ver a un Juan Manuel Márquez tan fuerte, tan preciso y tan entero en lo físico y mental como lo vimos el sábado pasado, que le permitió superar a Pacquiao que por supuesto…
Es el dominador de la década
En esta chocante costumbre que tienen los muchos organismos del boxeo, perversamente divididos en Federación, Organización Mundial, Asociación Mundial, Consejo Mundial de Boxeo para no sumarles a otros patito, en la que cada uno cuida sus intereses y sus millones, porque basta recordar que de la bolsa general los organismos se llevan una buena tajada siempre en millones de dólares en este tipo de funciones, por lo tanto a todos les conviene tener un campeón por aquí y otro por allá y otro por hasta allá.
Por esto es muy fácil que el Consejo nombre un rey del boxeo o que la Organización nombre sacándose de la manga un título de corcholata que se llama campeón de la década. Algo demasiado ligero.
No tiene un sustento porque el campeón de la década podemos cuestionarlo o no, sin embargo Manny Pacquiao ha sido hasta el sábado pasado el dominador de la década en las divisiones intermedias.
El filipino opaca incluso a los pesos completos que siempre han sido las joyas de la corona de las grandes promociones.
Curioso que un filipino haya comprado, en el mejor sentido de la palabra, el interés del pago por evento en Estados Unidos, que es el que genera el mayor número de dividendos.
Pacquiao no se detuvo ante nadie
Venció siempre a los rivales que se le pusieron enfrente, basta recordar la paliza que le dio a Antonio Margarito o la forma en que hizo pedazos a Erik el “Terrible” Morales después de que éste le había ganado hace años en la primer pelea.
El devorador de mexicanos le decían al “Pacman” y con esto nos vendían las funciones en donde sabíamos desafortunadamente que no había un peleador mexicano que se le pusiera enfrente. Por ahí pasó Marco Antonio Barrera y otros.
Hasta que llegó Juan Manuel Márquez
Cuyo currículo lo avala, pero realmente lo comenzamos a conocer de unos seis o cinco años a la fecha. No es un boxeador de gran carisma, no es un boxeador de los llamados ídolos como Rubén Olivares o Julio César Chávez y por ahí a Salvador Sánchez.
Hay que ser realistas: Manny Pacquiao dominó mucho más de lo que hizo Oscar de la Hoya en su momento por lo tanto…
La magnitud de la victoria
De Juan Manuel es comparable al enorme suceso que se hubiera dado, hablo de una sola pelea, si el gran Julio César Chávez logra derrotar a Oscar de la Hoya en su momento, sin embargo ante de la Hoya el “JC” se topó con pared en las dos ocasiones y no logró así rubricar esa gran carrera de la que todos nos sentimos orgullosos y quienes lo admiramos y lo seguimos como ídolo así lo mantenemos.
julio césar chávez el más grande de todos los boxeadores mexicanos
Él tampoco se preocupaba por quien tenía enfrente (saludos “Canelo” y Julio César Junior).
Él salía a ganarles con esas enormes facultades y estilo a quien sea, sus seis títulos en tres divisiones diferentes son impresionantes, sobre todo porque hablamos de los pesos de media tabla.
Sus cerca de 40 peleas de campeonato del mundo, sus más de 20 nocauts en esta peleas y sobre todo la hegemonía que ejerció en su momento lo podemos rubricar como lo que hoy es Manny Pacquiao o lo que en el intermedio fue Oscar de la Hoya, y antes Sugar Ray Leonard.
Estos grandes eran dominadores no solamente en el ring sino en el carisma y el apoyo de la gente.
El problema de Julio
No tiene que ver con él mismo, desafortunadamente a Julio César Chávez la mayoría de la gente no lo pudo seguir por ese chocante sistema de pago por evento en donde no había posibilidad de disfrutar de sus peleas, excepto dos o tres días después o quizá por algunos fogonazos, y aun así sus resultados y dominio lo colocaron como uno de los grandes ídolos del boxeo mexicano; sólo comparado con lo que logró en su momento el legendario Rubén “el Puas” Olivares.
Así las cosas pues, no nos hagamos bolas, mi comentario es directo, el triunfo de Juan Manuel Márquez sobre Manny Pacquiao es el más grande en la historia del boxeo mexicano, hablando de una sola pelea, pero como trayectoria hasta el momento nadie se le acerca al gran campeón Julio César Chávez… Así de fácil.