Neutralidad, Internet y elecciones
La naturaleza del internet era desde su diseño intrínsecamente anárquica. Si bien el internet tenía cómo propósito servir como una red alternativa de intercomunicación, la estructura de los datagramas que se basan en millones de algoritmos es capaz de multiplicarse sin límite alguno, pues se trata de un sistema abierto. Desde la preconcepción de esta […]
Rodrigo VillegasLa naturaleza del internet era desde su diseño intrínsecamente anárquica. Si bien el internet tenía cómo propósito servir como una red alternativa de intercomunicación, la estructura de los datagramas que se basan en millones de algoritmos es capaz de multiplicarse sin límite alguno, pues se trata de un sistema abierto.
Desde la preconcepción de esta idea de comunicaciones iniciada por DARPA, la agencia de proyectos de investigación y desarrollo del Pentágono a inicios de los años 70, hasta la actualidad, el universo del internet ha cambiado sustancialmente de forma pero no de fondo.
La evolución de las comunicaciones alcanzó espectros inesperados, revolucionó el comercio, la mercadotécnica, los medios de información y desde 2008 transformó las formas convencionales de hacer campañas políticas. El mundo de la organización, la movilización y la propaganda política se volcó a un mundo desconocido, el escepticismo era tanto que no se perdía nada intentándolo, el resultado fue histórico. Por primera vez en la historia, un afroamericano de nombre Barack Hussein Obama tomaría el juramento cómo el presidente numero 44 de los Estados Unidos de América en enero de 2009.
Hoy una campaña política con una estrategia digital ya no es panacea, es una obligación intelectualmente lógica.
El reto más bien es como utilizar ese mundo de lo posible con suficiente creatividad y cálculo para cumplir con los objetivos planteados por los equipos de campaña.
Durante los años siguientes imperó la necesidad de utilizar plataformas de comunicación como el internet para ejercer gobiernos y políticas públicas. La herramienta biológicamente democrática pasó a los manuales de modernización de la administración pública y las burocracias. Y así con esa facilidad y eficiencia, Donald Trump a base de tuitazos y con un poco de ayuda de los rusos llegó a la presidencia. Donde de igual manera ha revolucionado la manera de comunicarle al mundo lo que piensa, de alterar monedas y hacer diplomacia.
Solamente los países más autoritarios como Irán y China restringieron el acceso al internet por considerarlo un peligro para la permanencia de sus regímenes. Sin embargo, el pasado 14 de diciembre de 2017, la comisión federal de telecomunicación de Estados Unidos aprobó, tres votos contra dos, una resolución para eliminar la cláusula de neutralidad del internet.
Es decir, eliminar el principio de igualdad en la distribución de datos digitales. Perder la esencia democrática con la que se diseñó la red. Con dicha anulación la FCC (por sus siglas en inglés) está tasando la distribución de contenido afectando a los pequeños portales o empresas de distribución. Básicamente, el que tenga más dinero podrá distribuir más rápido y mayor contenido. Lo mismo para los usuarios, hasta ahora solamente en Estados Unidos.
Pero, ¿que pasará en México? Esa es la pregunta que muchos se están haciendo. Y la respuesta del IFT, ha sido explicar los lineamientos a los que se sujeta la neutralidad del internet en México, así como someter a consulta publica este año los lineamientos de la red.
En ese sentido, resulta por demás interesante saber si la consulta pública y su eventual resolución se llevará antes o después de las elecciones por razones obvias.
Si llega antes y el principio de neutralidad cambia, de golpe todas las estrategias digitales de campaña tendrán que ajustarse. Más aún, si el escenario se tornara similar al de Estados Unidos, las campañas con más dinero tendrían la ventaja. Usted seguramente se estará preguntando, pero las campañas tienen un tope de campaña ¿no?. En estricta teoría si, pero nuestro Instituto Nacional Electoral aún no encuentra la forma debida de contabilizar y auditar el contenido publicitario en redes sociales y en la web. De ello hay precedente en las últimas elecciones en donde el resultado de la elección de Coahuila tuvo que llegar hasta la última instancia legal para ser resuelta.
Y la cereza del pastel sería la mano que pudiera mover las cunas electorales, si de lo digital se trata, y esa mano o manos son las compañías con mayor mercado de usuarios de internet y celular.
Sólo queda esperar que una medida que pudiera afectar a la economía nacional e incluso a nuestras relaciones internacionales no se tome con premura y mucho menos se trate de un madruguete por la coyuntura política. Al tiempo.