¡Necesito ayuda!

Genaro Mejía Genaro Mejía Publicado el
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Salió llorando de las oficinas de la Secretaría de Economía. Tenía 41 años cuando se decidió a emprender por primera vez en el sector digital, pero se topó con pared. “Señora, no le vamos a financiar su hobby”, le dijo el funcionario que le negó el financiamiento.

Claudia Calvin había sido funcionaria pública por más de 18 años. Un día, dando clases como politóloga, sus alumnos le preguntaron si tenía página de Facebook, y ella les dijo que no. Obligada por ellos, Claudia entró al mundo digital y se dio cuenta de la enorme brecha de género que había ahí.

Así surgió la idea de sus emprendimientos. Primero fundó Mujeres Construyendo, una red global que impulsa su voz como agentes de cambio. Luego, en 2019, poco antes de comenzar la pandemia, lanzó Claudia Calvin Online, una escuela digital para empoderar a las mujeres y ayudarlas a desarrollar habilidades de liderazgo.

Gracias al trabajo en favor de la capacitación de mujeres de más de 40 años para convertirlas en emprendedoras, fue elegida como LinkedIn Top Voices en 2020. Su trabajo se enfoca en silverpreneurs y solopreneurs.

“Hay personas que tienen más de 40 a 45 años, que se sienten viejas, que piensan que ya no sirven para nada, y lo entiendo. Vivimos en una sociedad gerontofóbica, donde si no tienes 20 años, y no tienes un cuerpo escultural, y tienes una fisonomía específica, pues no vales nada. ¿Qué haces con tu experiencia, con las arrugas, con las ganas de vivir, con los errores que has cometido? ¡Pues hay que capitalizarlos!”, dice.

Lo más valioso que da la edad es la experiencia del cúmulo de fracasos vividos. “Por eso, yo les diría: ‘Señoras, hay que sentirnos orgullosas de nuestras regadas.’ Fracasar es parte del camino y nada te enseña tanto como regarla”.

Después de perder sus ahorros de 30 años por una mala decisión de negocios, Claudia sabe perfecto lo que cuesta equivocarse. Aquí nos comparte algunos consejos para que las mujeres puedan enfrentar mejor el error:

1. Cree en ti misma. Tu historia, tus conocimientos, tus errores y aprendizajes te dan las herramientas que necesitas para ir al siguiente nivel.

2. Escribe. Anota en un diario todo lo que pasó con tu error, qué falló, qué salió bien, qué sentiste al fracasar.

3. Cambia tu mentalidad sobre el dinero. El dinero no es malo, pues tenerlo te permite construir muchas cosas, resolver muchos problemas y ayudar a más personas. 

4. Date la oportunidad de sentirte mal. Fracasar es doloroso, por eso date chance de sufrirlo.

5. Reconoce tu fragilidad. Saca a la luz tu error, no escondas tu fracaso; al contrario: dalo a conocer, compártelo y escucha el feedback de los demás.

6. Pide ayuda. Una vez que la regaste, atrévete a pedir ayuda con tu red cercana de apoyo.

Para esta silverpreneur, ser frágil no es una debilidad, sino un súper poder. “Hay que aprender que somos frágiles y que nuestra fortaleza está en reconocer está fragilidad en el ámbito emprendedor y en el ámbito personal. Quien no lo reconoce no puede pedir ayuda. Todos nos equivocamos. Los únicos que no se equivocan son los muertos.”

Genaro Mejía es periodista digital y de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019

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