La legalización de la marihuana está cerca, pero no. Enfrente tiene una gran barrera que se llama Cofepris. Nos cuenta un pajarito que en la Suprema Corte de Justicia de la Nación están a pocos fallos para que el derecho constitucional al libre desarrollo de la personalidad se convierta en jurisprudencia y la Ley General de Salud sufra un revés. Pero desde el órgano federal han hecho oídos sordos y han aplicado el clásico “no veo, no escucho, no hablo” para no negar los permisos de uso de cannabis medicinal ya que ese sería el primer paso para que la Corte comience a otorgar amparos y la legalización sea una realidad.
Todo indica
Los legisladores de Morena en el Congreso de la Unión, que tienen mayoría por donde le vean, se ven bien animados para que si alguien de esta administración tiene que pagar los platos rotos será la ex titular de Sedatu, Rosario Robles. Y es que las señales son muy claras. Sin juicio ni investigación oficial de por medio, el coordinador de los diputados morenos, Mario Delgado, dijo que la serie de desvíos millonarios detectados en las dependencias en las que ha estado la ex perredista sí se pueden vincular a ella. ¡Sopas! Más claro ni el agua.
¿Se acabó el conflicto?
Ya el rector de la UNAM, Enrique Graue, firmó el pliego petitorio que tenían alumnos y maestros del CCH Azcapotzalco. Lo firmó en la rectoría con una representación de los grupos inconformes por la violencia y la mala atención escolar. La pregunta que aquí cabe, como siempre, es sí esta firma deja a todos contentos y si la simple firma de un pliego petitorio termina con la larga lista de problemas que tiene la Universidad Nacional Autónoma de México. La respuesta es obvia. Atentos.