No debe haber un recorte a las instituciones que garantizan la democracia.
El INE no debe tener ningún recorte y mucho menos en un año electoral.
El Poder Judicial no debe sufrir ningún recorte, porque hoy más que nunca han demostrado que están para defender a la Constitución y a los mexicanos. Si un recorte a los presupuestos pone en riesgo el recuento de votos de la elección presidencial, no debemos permitir ningún recorte, iremos a una elección histórica ante un país dividido por el presidente. Cada voto debe ser respetado y contado, y si fuera necesario, vuelto a contar. Si no hay recursos para que eso suceda, el Gobierno federal estará poniendo en riesgo la democracia en este país.
El INAI tampoco debe ser sujeto de recortes, la transparencia es un derecho humano y no puede haber retrocesos.
Lo más preocupante de este Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, que ha enviado López Obrador, es el recorte a la Secretaría de Salud, porque no obstante, le están transfiriendo recursos al IMSS-Bienestar, están desmantelando el sistema de salud. Están impactando a la secretaría y a los hospitales de alta especialidad que dependen de ella, y también van a dejar en estado de indefensión a las personas que acuden a las clínicas y hospitales de los estados.
Recordemos que las personas con menos recursos en este país, son los que menos acceso a servicios de salud tienen. Ellos no tienen la posibilidad de acudir a los hospitales privados a los que sí pueden acudir el presidente, su familia y los morenistas que desde el privilegio son capaces de recortar el presupuesto.
Estas políticas públicas de López Obrador, lo que hacen es orillar a las personas a que gasten en los consultorios privados, en lugar de poder tener mejor calidad de vida. Es obligación del Estado mexicano destinar el 6 por ciento del PIB a la salud, y no lo hacen.
Pero esta visión, en donde al parecer Morena está en contra de los mexicanos, se va a acabar. Con Xóchitl Gálvez, los mexicanos tendrán seguridad y servicios de salud eficientes. Es más, en su desesperación, el gobernador Alfonso Durazo violentó políticamente a Xóchitl. Está muy claro, Morena tiene miedo.
