Antonio Mohamed renunció a Pumas y llueven muchas preguntas al respecto: ¿Por qué no concluye lo que inició? ¿Se marcha a otro equipo? ¿Considera al equipo de CU como algo menor en su carrera? ¿Por qué deja en el puesto a su empleado directo? ¿Va a volver? Hay un concepto que cambia cualquier especulación por una afirmación,: No debes faltar a los códigos. Entonces, ¿qué diablos son los códigos?
Esta columna 150 de Fan PRO se cierra el miércoles 13 de diciembre de 2023, un día después del anuncio de Pumas sobre el cambio de timón en la dirección técnica: El ‘Turco’ Mohamed argumentó razones personales y de exigencia mental para dejar su empleo cuando le quedaba medio año de contrato, previsto para concluir, al menos, en el torneo Clausura 2024.
El asunto sorprendió a la mayoría de los fans auriazules que a pesar de su personalidad exigente adoptaron rápidamente a Tony –así prefieren llamarlo sus allegados–, quien llegó al equipo universitario con el caballo andando, tras el paso sin rumbo bajo las riendas de Rafael Puente Jr.
Un total de 23 partidos, incluidos los de las Semifinales, bastaron. En redes sociales los seguidores felinos expresaron una multitud de maldiciones como respuesta a una considerada falta de lealtad del argentino.
Rebelde entre los rebeldes
En el Siglo XVIII, el escritor naturalista de origen francés Georges Louis Leclerc afirmaba que el estilo es el hombre, como para explicar filosóficamente la naturaleza de las conductas humanas. Eso explica cómo un ex jugador argentino que logró brillar en México pudo meterse en el tuétano de la raza puma.
Nada como la época universitaria en cuanto a edad y expresión para manifestar sus credos e inconformidades. Esa rebeldía característica de los jóvenes estudiantes que comienzan a encontrar su identidad y la asociación de estos con el tradicional lema “Por mi raza hablará el espíritu” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ayudó al match, a pesar de que grupos internos de la Máxima Casa de Estudios no pierden oportunidad en aclarar que el equipo de futbol no pertenece a ella ni la representa –a pesar de los más de 30 millones de pesos de presupuesto anual en 2022 y el apoyo del Estadio Olímpico para los juegos de local–.
Antonio Mohamed llegó a Pumas luego de reflejarse a sí mismo como un rebelde auténtico desde su época de pantalones cortos, cuando como líder en el campo de juego de aquellos Toros Neza de los años 90 impuso en diferentes momentos modas de cortes de cabello estilo punk, melenas de colores fluorescentes o tonos pastel, rapes, pionero de leyendas en las camisetas interiores y el uso de máscaras escalofriantes al presentarse con sus compañeros en turno a los partidos. Su figura regordeta tampoco coincidía con los estándares de las efigies de deportistas de alto rendimiento. Luego, arribaría al América una breve temporada como refuerzo para la Copa Libertadores de 1998.
Ese don de mando lo cuajó también como estratega para sumar hasta ahora un total de nueve títulos, uno al frente del Huracán de Buenos Aires y del Independiente de Avellaneda, en su patria, otro con Xolos de Tijuana, uno con el América y tres con Rayados de Monterrey en México, más sus dos con el Atlético Mineiro de Brasil.
Aceptó dirigir a Pumas porque este club aceptó también su llegada con toda la parafernalia habitual, un equipo de trabajo hasta de siete personas, incluidos él y su hijo Shayr. Logró el cuarto lugar de la tabla general para clasificarlo directo a la Liguilla del Apertura 2023 en la que echó a Chivas para llegar a una cerrada Semifinal ante el campeón defensor Tigres definiéndose la serie por 2-1 global.
Ya como timonel auriazul su paso fue intenso también en su forma de ser para acumular un total de tres multas de la Comisión Disciplinaria de la FMF por más de 210 mil pesos, dos por declarar en contra del arbitraje y una por mostrar a la Virgen de Guadalupe en un partido oficial de la Liga BBVA MX.
El personaje más gitano encajó perfecto en la personalidad puma que después se mostró dolida por su intempestiva despedida.
¡Qué rayos son los códigos!
La Real Academia de la Lengua Española (RAE) define a los códigos como un conjunto de normas sistemáticas legales que regulan algo. En su forma más simple, un código es un conjunto de señales o reglas propias de un sistema. Implicar lo normativo necesariamente es referir a lo obligado, a algo que se debe hacer so pena de ser desde desacreditado hasta desafiliado.
El futbol soccer, como el deporte más popular que se practica en el mundo, integra diferentes modismos como respaldo para explicar su importancia. Se habla de códigos al explicar que hay reglas que justifican las formas de proceder, las cuales se basan en los valores universales, distintivos inherentes de la actividad deportiva.
Cada gremio dentro del futbol busca reflejarse en sus códigos. Los directivos del balompié mexicano impusieron en algún momento su Pacto de Caballeros para que la naturaleza comercial de sus negocios no permitiera abusos ejemplificados con el primario lema de perro no come perro.
Sin embargo, el poder de sus atribuciones jerárquicas no consiente que se aglutinen otros intereses que consideran menores a ellos, que al final dictan las reglas que deben seguir los directores técnicos y jugadores.
Por ejemplo, en otros países existen asociaciones de estrategas y de futbolistas que tienen una personalidad jurídica definida. En México, los dirigentes oligarcas no lo permiten. En algún momento, la FMF ofreció amablemente la creación de un departamento propio denominado Comisión del Jugador para evitar que los múltiples intentos de hacer una verdadera AFP (Asociación de Futbolistas Profesionales) o algo que pareciera un sindicato tuviera éxito. Es decir, tuvo la ‘amabilidad’ de obsequiarles la oportunidad de ser juez y parte en sus diferentes querellas o conflictos con los clubes afiliados.
Sin embargo, de manera no estipulada en reglamentos hay un conjunto de códigos considerados ley en piedra por la gente de campo, los del vestuario, de carácter moral y espiritual.
Es aquí donde de manera externa observadores como fans, periodistas, informadores y reporfans –hay de todo el la viña del señor– emitieron su juicio para colocar a Antonio Mohamed en un improvisado patíbulo.
El mediodía del guadalupano martes 12 de diciembre la directiva puma encabezada por Miguel Mejía Barón, icono del club por las contribuciones en sus diversas facetas desde jugador hasta director técnico y ahora vicepresidente deportivo, acompañó al ‘Turco’ a dar la cara en una rueda de prensa para humedecer el reguero de pólvora desatado en las redes sociales.
El bonaerense de 53 años de edad respondió a todas las preguntas de los ahí reunidos y centró su mensaje en que no se iba por gusto, que se marchaba por salud mental y dejaba al equipo en buenas manos, su primer auxiliar técnico Gustavo Lema, con quien suma 20 años de trabajo conjunto. Aseguró que no se marchaba por ir a dirigir a otro equipo al menos los próximos “seis meses o un año”.
“Mohamed falló a los códigos”… “Eso no se hace”… “Es un traidor”. Diversos calificativos de este tipo circularon en notas de medios informativos y en redes. ¿De verdad les consta que sea así?
Hay que recordar un detalle: Bajo el marco del Mundial de Alemania 2006, Mohamed sufrió la tragedia de perder a su hijo Faryd el día en que la selección de Argentina fue eliminada por el cuadro local en Cuartos de Final, en un accidente automovilístico. La camioneta en la que viajaban en Berlín tuvo una colisión que dejó a todos sus ocupantes heridos y tuvo un fallecido, el niño de nueve años de edad. El hecho dejó a Tony fuera de circulación durante algún tiempo. Estos sí son hechos, no especulaciones. ¿Quién puede salir sin afectación de algo así?
También debería haber códigos para los informadores como el no faltar a su deber de publicar historias con el máximo rigor de investigación. Sería una valiosa aportación social. #SeTieneQueDecir
Fuentes externas: Columnas del autor en Forbes.com.mx, el Heraldo de México y Fan Datos de CID Consultoría