Militancia útil

El partido que dirige Madero gracias a Germán Martínez, Roberto Gil y los hermanos Zavala tiene más admiradores dentro del PRD, que en las familias militantes que siguieron el proyecto de Gómez Morín. Si hubiera la más elemental transparencia de los arreglos “jurídicos” del primero en Pemex, o, de los “apoyos” operados por el segundo con la intervención del ex tesorero del SME, seguramente el padrón se hubiera reducido aún más. Por eso no extraña que haya mano negra tratando de sacar de líos a Alejandro Muñoz a como dé lugar.

Gabriel Reyes Orona Gabriel Reyes Orona Publicado el
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El partido que dirige Madero gracias a Germán Martínez, Roberto Gil y los hermanos Zavala tiene más admiradores dentro del PRD, que en las familias militantes que siguieron el proyecto de Gómez Morín. Si hubiera la más elemental transparencia de los arreglos “jurídicos” del primero en Pemex, o, de los “apoyos” operados por el segundo con la intervención del ex tesorero del SME, seguramente el padrón se hubiera reducido aún más. Por eso no extraña que haya mano negra tratando de sacar de líos a Alejandro Muñoz a como dé lugar.

Gil Zuarth también tendría que decir que no cobijó opacos apoyos para armar la torpe aventura por anular el derecho al trabajo de miles de personas, que no tuvieron más pecado que ser administrados por funcionarios panistas durante nueve años. 

Los peores secretarios de energía, surgidos de la improvisación, directores generales que vivían del presupuesto y de no invertir un centavo en Luz y Fuerza del Centro, para justificar un decreto vacío de contenido jurídico, pero suficiente para apoderarse de la fibra óptica, verdadera manzana de la discordia por el contrato colectivo de esa empresa.

El agua vuelve a su nivel,  hoy hasta el sindicato de Pemex tiene más militantes que el otrora partido oficial. 

Nombres de la pagada burocracia, del acarreo, del corporativismo, hicieron listas y urnas llenas de votos que perfilaron un partido abigarrado de los padrinos y capos que supieron granjearse la confianza de Margarita Zavala, que puso a Maderito e impuso a Josefina. 

Es ahora el momento de usar a los consejeros que nada deben a la militancia, pero sí a la dominancia de los nuevos dueños del PAN. Ni siquiera los Cárdenas jinetean tan evidentemente al PRD como los Zavala y los Gómez del Campo lo hacen con el blanquiazul. 

Tiene razón Maderito, no es un partido de masas, aunque reconocerlo es aceptar que no es una opción de mayorías, y en democracia, poco o nada tienen que hacer,  reconocimiento de que su fuerza hoy viene de la capacidad para cooptar sectores de la izquierda y de treparse a los números del segundo lugar. 

Sin la caridad de la Nueva Izquierda su presencia en el Pacto sería imposible.

Para qué refrendar militancia, si se acude a todo evento tricolor y se aplaude a la nueva clase política. El molesto trámite no da contratos, ni prebendas. Además los principales clientes militan en la otra opción, basta con ser panista de saliva. 

Es para estos aventureros imperativo el conservar el poder estatutario de esta fábrica de billetes inventada en el 39, no llegar al electorado.

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