https://www.youtube.com/watch?v=28qgmTwmA-E
Preocupa que sea “El Piojo “Miguel Herrera la figura mediática en la que descansa este nuestro nuevo “Tri”, que con solo dos partidos oficiales, ha hecho olvidar con mucha publicidad avasalladora y hasta hoy poco futbol, el muy sufrido camino para llegar hasta acá.
Este tema no puede soslayarse, está ahí, a la vista de todos, directivos, cuerpo técnico y jugadores no pueden ocultar el sol con un dedo.
Los publicistas que no se equivocan, pidieron a Miguel para sus campañas así como es, natural, entrón, simpático, mediático, hoy convertido por méritos propios en figura que hasta este momento no ha despegado los pies de la tierra, ni creo que lo haga.
El camino al éxito le ha sido harto difícil, ha sabido tomar la oportunidad que se le presente y la ha hecho ganadora.
Hoy es su tiempo pero también es tiempo de cambiar…
El discurso triunfalista
Ese que le hicieron leer en Palacio Nacional, que repitió hasta, afortunadamente solo “casi” convencerse: “traeremos la Copa del Mundo”. Su protagonismo alcanza su propio cénit casi sin darse cuenta, solo que la cancha manda, y en el juego de despedida ante Israel, todos sabíamos, Miguel más que nadie, que el conjunto todavía tocaba desafinado, que no había equipo como tal, sino 23 voluntades férreas y convencidas a las que hay que trabajar a pasos forzados…
Ahora me explico…
Como dirían en los desenlaces del teatro clásico, las razones de poner el HOMENAJE A CUAUHTÉMOC tan a fuerzas y a destiempo, nuestro TRI solito no podía con el paquete de ánimo inflado a base de propaganda y promociones de “dos Viajes a Brasil todo pagado” con la que saturaron el mercado, Miguel no solo lo entendió y agradeció, sino que fue parte de la decisión, se trataba de quitarle la presión a sus muchachos que se hubieran llevado una rechifla monumental en ese partido armado con calzador, y con la consigna del mucho billete.
Los otros amistosos jugados a costa de mucho desgaste y kilómetros corroboran esto, el discurso debe cambiar..
Bien por Miguel: baja rayitas a su rola
Que ahora, bien cobijado por Ricardo Peláez y la asesoría con carácter de orden de Justin Compeán, que para esto de las comunicaciones se pinta solito, bajarle rayitas a su rola, pide relfectores a sus jugadores: “… los protagonistas son ellos…” y además, el objetivo “alcanzar lo que otros no han alcanzado”.
Mesaje directo, eficaz, a miles de kilómetros de sus publicistas y mercadólogos que lo han endiosado, seguramente esto termina de hacer más fuerte la relación del grupo con su líder y técnico.
Hoy lo veremos en la cancha, ya no hay tiempo para nada, solo para salir, como dijo el propio “Piojo”, a dejar la piel en la cancha, que deberá suplir la falta de trabajo en conjunto.
El líder “Rafa” Márquez, la enorme oportunidad a “Memo” Ochoa, la satisfacción de ver cómo en la competencia abierta “SUS” jugadores Miguel Layún y Paul Aguilar y hasta el “Maza”, se ganaron los puestos sin influencia alguna.
Esto es amalgamar al grupo, lo demás es cosa de los 11 en la cancha, juegue quien juegue…
¡VAAAMOOS TRIIII!
Regalo japonés
Descarado, ratero, ciego, localista, novatón, presionado, lo que ustedes le quieran agregar a este árbitro japonés YUISHI NICHIMURA, quien le regala al “Scratch du Ouro” la solución para lavarse la cara en un partido que se les venía complicando, no solo con el 1-0 en contra por el autogol de Marcelo, sino por las llegadas de Croacia, a losque les faltó mejor puntería.
De hecho el 1-1 en el golazo de Neymar al minuto 29, nace de una jugada peligrosa a favor de Croacia, en donde dos jugadores que fueron al remate se reclaman fuerte, perdiendo la atención a la jugada que Brasil convierte en descolgada, y el crack Neymar resuelve fenomenal.
Después de esto, juego parejo, cerrado, hasta que en una jugada en la que Fred quiso darse la media vuelta en el área, siente al defensor croata, se deja caer estilo “Dama de las Camelias”, y es ahí donde aparece el árbitro acuchillando a los balcánicos.
No es suerte del local, es la camiseta brasileira que pesa como la de todos los grandes, ante la duda la decisión del japonés es beneficiar al local, al gigante, jerarquía y localía mandan.
Después, Croacia se vuelca, busca, encuentra y otra vez en jugada ofensiva que resuelve el eterno Julio César, Brasil los toma por sorpresa y con otro tiro de fuera del área, esta vez un punterazo, Oscar liquida a los balcánicos gitanos.
Lo dicho
A pesar de esto, sigo en lo dicho, Croacia viene en plan de “Caballo Negro”.
Ahí se nos dejará venir en el tercer partido en Recife, es un equipo fuerte, rudo, entrón, con individualidades capaces de resolver en cualquier momento, claro, son “gitanos” y difíciles de predecir, dependen del temperamento de cada día, a veces a su favor, a veces traicionándolos.
Ayer en Sao Paolo, la cuchillada del árbitro japonés los derriba y en lugar de levantarse a seguir peleando (entonces serían como los alemanes) se lamentan, bajan los brazos y se les viene la noche.
Por esto mismo, ayer comentamos en este mismo espacio que ese clima de triunfalismo tan necesario para vender más cara la Copa Del Mundo a los propios brasileiros, no les traería nada bueno. Suponer que los tres puntos ante Croacia que llegaba de la repesca y con técnico nuevo, era subestimar al rival, no por parte del técnico Luis Felipe Scolari, sino de una aplanadora de medios de comunicación que se cansaron de realizar encuestas y llamadas del público a sus estaciones de radio y TV, preguntando no si Brasil podría ganar, esto estaba dado por descontado, sino cuántos metería Neymar y por cuántos goles la diferencia. La goleada era un extra para esa victoria que aquí se sentía más que segura.
Nadie se acordará…
Aquí en Brasil la fiesta se da por default, gana el “Scratch” y no importa el cómo sino el resultado. Los tres puntos asegurados desde antes ahí están, lo demás es lo de menos.
Con Scolari, el nuevo “Scratch” ha rejuvenecido, recuperado hambre y deseo, Felipao apuesta a la renovación total en el relevo generacional que aquí se ha dado anticipadamente, dejando fuera a la “Generación Ronaldinho”, que junto con Kaká, son los dos figurones en activo y todavía con mucho que dar. Ausentes de la “Selecciao”, ninguno de estos dos está al nivel máximo alcanzado en sus respectivas carreras. A Ronaldinho se lo acabaron las fiestas, a Kaká las lesiones, ahora que ya están de regreso, hay razones poderosas para no llamarlos. De entrada, nadie le puede hacer sombra a Neymar, que debe brillar solito, los demás harán lo suyo y quizá más que él, al que le aplaudirán todo lo que haga y justificarán lo que no haga.
