Vaya revuelo que causó en la clase política el hecho de que un juez de Veracruz cancelara una orden de aprehensión que pesaba sobre el senador Miguel Ángel Yunes Márquez, quien había sido acusado por el uso de un documento falso, falsedad ante las autoridades y fraude procesal.
No es por ser malpensados, pero no se puede al menos sospechar que este giro en la situación legal llegue después de su muy sonada traición al PAN y la oposición, avalando con su voto, que sería definitorio, la reforma judicial impulsada por la 4T. Por cierto, la decisión de cancelar la orden de aprehensión no vino por parte de algún juez, sino de la Fiscalía de Veracruz. Pero por lo pronto, parece que Yunes ya está “limpiando” sus pecados.
Intervención “divina”
Desde el púlpito de la Iglesia Católica, nos dicen, también se pide la intervención divina para que “ilumine” en la toma de sus decisiones a la ahora senadora de Morena, antes del PRI, Cynthia López Castro.
El domingo pasado en una iglesia del sur de la capital del país el sacerdote que oficiaba la misa en dos ocasiones pidió al Creador su intercesión por la expriista Cynthia López Castro, quien ha dado su voto a favor de reformas polémicas como la desaparición de los órganos autónomos.
Por cierto, siguiendo en temas del Legislativo, el que se anda placeando por las instalaciones del recinto de San Lázaro es el controvertido Carlos Pozos, mejor conocido como “Lord Molécula”, quien, según el diputado de Morena, Pedro Haces, próximamente va a tener un programa en el Canal del Congreso, parece que también por intervención divina, nos comentan.
Limpieza y transformación
El Estado de México está siendo testigo de una estrategia sin precedentes para sanear a sus cuerpos de seguridad. La gobernadora Delfina Gómez Álvarez ha dejado claro que no hay espacio para la corrupción ni la complicidad con el crimen dentro de las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía. El reciente Operativo Enjambre marca el inicio de una limpia histórica en los mandos de seguridad, una promesa que, al parecer, no se quedará en el discurso.
El mensaje de Gómez Álvarez es claro: la seguridad en el Estado de México no puede ser garantizada si quienes lideran los cuerpos de seguridad operan con intereses ajenos al bienestar público.